Episodio 6: Liquen escleroso vulvar

Buenas tardes, soy Blanca y soy paciente del Dr. Pambrilia y la Dra. Fernández. Tengo un problema de líquen, esclerosis en la vagina y me han podido hacer un tratamiento que por ahora parece que ha funcionado.

¡Qué contenta! Sí, mucho. Podéis decir, no lo tengo y no podré decirlo nunca, pero que ha funcionado el tratamiento y que puedo tener calidad de vida, eso sí que lo puedo decir.

¿Por qué estás tan contenta? Porque me ha costado muchísimo llegar hasta aquí, pero muchísimo es muchísimo. De hecho, estoy aquí, podría decir, porque quiero que alguien no tenga que pasar por aquí.

Blanca es una de las muchas pacientes en todo el mundo diagnosticadas con líquen escleroso vulvar, una enfermedad autoinmune poco conocida, infradiagnosticada y que condena a las mujeres que la sufren a convivir con la incomprensión, luego con la incomodidad, después el dolor y en los casos más avanzados, a cambios anatómicos en la vagina que les impiden tener una vida normal.

Son mujeres que muchas veces no pueden ponerse unos vaqueros porque el roce les resulta imposible, no pueden ir al gimnasio, no pueden montar en bici, incluso hay algunas mujeres que no pueden correr, por supuesto no pueden tener, hay algunas en esos casos más evolucionados, no pueden tener relaciones sexuales y además todo lo relacionado con eso ya empieza a ser un problema. Les cambia la vida en muchas cosas.

Pero por suerte hay tratamiento.

Entonces cuando tú de repente haces una intervención y en cuestión de un mes, como mucho dos meses, se acabaron todos esos síntomas, de repente me puedo poner vaquero, de repente puedo tener relaciones y no tengo dolor, o sea, se acabó asociar dolor con las relaciones, es maravilloso, les cambia la vida, realmente les cambia mucho la vida.

Mi vida ha cambiado completamente, o sea hay un antes y un después y la intervención me ha puesto, o sea, si mi evolución iba, suponte que yo con 25 empecé y fui cayendo, cayendo, cayendo, cayendo y me planté a una vagina de no sé, 60, 70 años por una atrofia, ¿no? De golpe he vuelto a los 30. Me han vuelto atrás, me han dado años.

Hola soy Adán Martín, bienvenidos a Cambios que cuentan, un podcast de la Clínica Planas donde te explicamos cómo la cirugía plástica contribuye a mejorar la salud y la vida de miles de pacientes. Hoy hablamos del líquen escleroso vulvar.

Todo empieza de manera muy sutil, con ligeras molestias en los genitales y un picor leve y puntual que es el síntoma principal del líquen. En apariencia nada que merezca la pena consultar con el médico. Pero luego los síntomas se agudizan y no es raro que las mujeres comiencen un periplo que puede durar años por distintos médicos para recibir un diagnóstico. Nos lo explica Anblanca, a quien ya hemos escuchado, y Isabel, dos de las pacientes que se han sometido a tratamientos en la Clínica Planas.

El líquen apareció en mi vida de una forma muy sutil, muy suave, digamos, no tenía como síntomas fuertes, pero sí que empecé a notar cosas que cambiaban en mi vida diaria, como podían ser sensaciones tipo picores, molestias, tuve que cambiar mi ropa interior porque de golpe me molestaba mi ropa interior… Bueno, me recomendaron como mil cosas que fui probando y de golpe mi vida sexual cambió, sufría como de heridas después de tener una penetración y cosas así que de golpe dices ¿por qué me está pasando? Y puede ser una situación puntual que justificas, ¿no? Tengo un mal día. Pero luego pasan los años, bueno, las semanas, los meses, los años y se normaliza.

Más o menos estuve como cosa entre tres años largos con molestias y tenía pues heridas, iba al Ateno de Urgencia, al Médicos y todo era atrofia vaginal, ¿no? Por la edad, porque tenía resecamiento, menopausia y no me decían el qué. Yo iba porque como tenía los picores pensaba que tenía hongos y no, no, claro, no tenía hongos, tenía pues esto.

¿En qué punto decides ir al ginecólogo y hacer una primera consulta? ¿Una primera? No te sabría decir porque realmente al principio es tan sutil que uno casi que ni se da cuenta.

Yo quizá la primera vez que fui, fui por picores como otras veces podría haber ido y me detectaron pues, no lo sé, una candidiasis y me recetaron unos óvulos como tantas otras veces me podría haber pasado porque es verdad que había tenido otras veces esa misma comunicación.