EPSA is Burning S24 x 04

¿Hay cinco conectados? ¿Alguno tiene que sonar? ¿Hola? ¿Hola? Muy bajito, oigo. Sí, pues es como se oye.

¿De verdad? A mí sube un poco el volumen.

Algo he visto acá y me escucho por los dos.

¿Ah, sí? Claro.

No, pues no puede ser. Me escucho por los dos.

Es una paridolia. Es un ejemplo de confirmación.

Se habrá vuelto mono cuando era estéreo.

Te estoy escuchando a ti por el derecho.

A ver qué onda habla.

Mm-hm.

Por el izquierdo, claro. A ti por el derecho.

Bueno, el derecho al izquierdo, si me lo cambio.

A ti por uno y a Grena por otro. Oye, estamos grabando con pilas.

Estamos grabando a pedales.

Sí, sí, sí.

Es que no hay quien aguante este olor a fin del mundo.

Son las seis de la tarde del día que día soy, 28.

Correcto, lunes 28.

Lo que pasa, Miguel, es que no lo puedes ver en el reloj de siempre porque el reloj de siempre está conectado a la red eléctrica y no hay luz en toda Europa.

28M, apuntadlo. Sí.

MD, muerta en la bañera y con el chocho fuera.

Es un día histórico y, bueno, vamos a contar dónde estábamos cuando esto ocurrió.

Pues yo te siento… ¿Me oís? Sí. ¿Por los cascos? Claro. ¿De verdad? Sí.

No me hagáis caso, que estoy asistiendo al fin de la civilización y estoy muy nerviosa.

Encima hemos ido a ver a este y no contesta.

Es igual, piluta, se la está comiendo.

Pero… Tenemos que haber ido a intentar… Estoy muy nerviosa, eh.

Tenemos que haber intentado volver a ir.

Tenemos que ir. Podemos ir luego, cuando terminemos aquí.

En un rato va a empezar el pillaje.

La gente va a empezar a romper escaparates, no hay nadie en la calle.

Antes hemos ido a ver a este y ha sido todo muy raro.

Y a la vuelta nos hemos encontrado aquí, en la puerta de nuestra casa, gritando ¡Brenda, Miguel! ¡Ja, ja, ja, ja! A ver, yo, desde mi experiencia, lo que me ha ocurrido es que estaba viendo Mariliendre y estaba haciendo… Eso ha desencadenado el apocalipsis.

¡Claro! Estaba haciendo un esfuerzo muy grande para que me gustara y para entender lo que estaba yo ocurriendo.

Porque sale Genesi y tal.

Y, de repente, ¡pum! Después de una secuencia de sexo, se queda en negro y digo… ¿Cuánto va a durar en negro después del polvo? Y me doy cuenta de que se ha ido la luz.

Y era como 12 del mediodía o algo así.

Mira, yo estaba flipando totalmente porque estaba escribiendo un WhatsApp a Juanflan y, de pronto, se ha ido toda la luz.

Y, encima, he visto que de mi móvil no se enviaba el WhatsApp.

Y he dicho ¿cómo puede ser que en mi teléfono se quede sin Internet porque se haya ido la luz de la línea? ¿No puede ser? Claro. Yo intenté desde el teléfono.

Fíjate, lo primero que hice… Yo ya sospechaba que esto podía ser una cosa noticiable.

Lo que hice fue buscar la página del país.

Y no se me cargaba y tal.

Entonces, Glenda decidió bajar a informarse a la calle.

¡Día de que era el fin del mundo! Sí, y una vecina que tenemos, francesa… Guapísima, un esquilo.

Es como un bolso virgen hecha persona.

Le dijo… Que haya también afectado a sus familiares.

Claro. Le dijo que no había luz… Dice… Corre al Carrefour porque los supermercados se han cerrado.

Solo abre en el Carrefour.

Dice que se ha ido la luz en toda España entera, en Portugal y parte de Francia.

Y una cosa más. Hemos visto cosas terroríficas.

Aquí, al lado del mulaya, había cerrado y habían dejado la reja a mitad y estaban las dependientas… Al loro, eh, lo que voy a decir.

Imágenes horribles del fin del mundo.

Sentadas en el suelo, comiendo Chiqui Luís.

¿En serio? Encerradas a oscuras en su tienda.

Bueno, entonces, Glenda ha subido y me ha dicho… ¿Estás preparado para la noticia? Y yo le he dicho… Sí, dime. Y me ha dicho esto.

Y a mí, la verdad, me ha entrado como… Como una emoción, en plan… Por fin, está ocurriendo, qué maravilla.

Yo lo que hice, en cuanto se fue la luz, me puse a leer un libro.

Y yo empecé a buscar dónde almacenar agua, a coger el hacha para proteger la puerta esta noche y tengo unas tablas para clavar en la puerta en cuanto acabemos el programa.

¡Ja, ja, ja! ¡A mí no se me mete en casa nadie! Y entonces le dije a Glenda… Bueno, afortunadamente tengo 50 euros en metálico, que yo tenía ese dinero, y me voy a ir a ver si puedo comprar comida.

Porque andábamos… Teníamos una sopa que había hecho yo de pollo, que se la está comiendo Glenda fría.

¡Ja, ja, ja! ¡Está deliciosa! Está fría está bueno.

Y yo me he puesto a pensar… ¿Arroz no puedo hacer?