¿Es posible un nuevo apagón en España?

Bienvenidos, soy Manuel Llamas, director del Instituto Juan de Mariana y estamos aquí para hablar de economía, para explicar y entender la economía aprovechando las noticias de la actualidad. Hoy vamos a hablar del gran apagón, de sus causas y de sus consecuencias.

España se fue a negro hace apenas seis meses. En el mes de abril sufrimos el mayor y más grave apagón que ha registrado Europa en lo que va de siglo, que se dice pronto, y uno de los más graves de la historia dentro de los países ricos. Lo que pasó en España sucede en países pobres del tercer mundo, como Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, India, Pakistán o Bangladesh, pero no es algo propio de países ricos. Igual es que España ya no es un país rico. O más bien, está dejando de serlo.

Cada vez somos más pobres, nos estamos empobreciendo a marchas forzadas y eso se nota en multitud de aspectos. También en el ámbito de la energía. Además, por si fuera poco, en España hemos sufrido un doble apagón, por un lado el eléctrico, al quedarnos sin luz, pero también el informativo, porque el gobierno, amigos, nuestro queridísimo gobierno, lejos de dar explicaciones pertinentes, ha dado la callada por respuesta y se ha dedicado a lanzar balones fuera con excusas y mentiras de todo tipo para no asumir su responsabilidad.

Sin embargo, ya hay información de sobra para saber exactamente qué ha pasado, quiénes son los culpables y cuáles van a ser las consecuencias. Y ya os avanzo que no os va a gustar. Así que, si estáis preparados, arrancamos. Antes de arrancar el programa de hoy os recuerdo que ya está disponible a la venta mi libro Socialismo, la ruina de España.

Aquí explico cómo se crea la riqueza y cómo se destruye, por qué hay países ricos y por qué hay países pobres, cómo, siendo pobre, un país se puede convertir en rico, y cómo uno rico, como es el caso de España, se está convirtiendo en pobre. Y todo ello incidiendo en el desastre que está causando el Sanchismo. Porque, amigos, el socialismo mata. El socialismo es ruina.

Así que despierta, que no te engañen. En la descripción del vídeo encontraréis un enlace. Hoy vamos a hablar del apagón, del gran apagón que tuvo lugar el lunes 28 de abril del año 2025, hace apenas 6 meses. Concretamente, a las 12 y media, a las 12 y 33 minutos de la mañana, se produjo el gran apagón. España se fue a negro. Todo el país se quedó sin luz, a oscuras, no había electricidad, pero, atención, tampoco red de comunicaciones, de modo que también nos quedamos inmóviles, sin posibilidad de comunicarnos. Durante horas, lo impensable acababa de suceder.

España se convertía en un capítulo de Black Mirror, en una película de ciencia ficción, en una película de terror. La gente saliendo a la calle, preguntándose qué narices había pasado, pero no había información, nada funcionaba. Tampoco las tarjetas de crédito, ni los cajeros automáticos, ni las gasolineras. España parecía Walking Dead. El apocalipsis había llegado, pero era muy real, no era un sueño, no era una pesadilla. Miles de personas se quedaron atrapadas en trenes, en los vagones del metro, en los ascensores. Fijaos en las siguientes imágenes.

A ver, señores, escúchame un momento. No hay luz en Francia, ni Portugal, ni España.

Solo hay cobertura de móvil de Simio y de Vodafone. Vamos a salir del tren tranquilamente, vamos a salir por la vía 1, quiero decir, delante del tren, no pasen a la vía 2, solo delante del tren, hasta Conde Casal, tranquilamente, ¿de acuerdo? Venga, gracias.

Esta era una imagen del metro de Madrid, con los vagones parados, porque el metro funciona con electricidad, al igual que los trenes, al igual que los semáforos, al igual que los cajeros automáticos. Las redes de comunicaciones, todo se fue a negro. Pero, atención, porque centenares de miles de personas se quedaron colgadas, sin posibilidad siquiera de poder regresar a sus casas. Una riada de personas invadió las calles y carreteras de las grandes ciudades del país, a pie, andando de camino a los colegios para recoger a sus hijos e intentar regresar a sus hogares. Y en el peor de los casos, mil personas.