¿Es verdad que "la izquierda no puede robar"?

¿Puede la izquierda corromperse y robar? Gabriel Rufián y Pedro Sánchez dicen que no, pero ¿realmente es así? Veámoslo.

Ayer tuvo lugar una discusión bastante bronca en el Congreso de los Diputados entre el todavía presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y uno de sus más incondicionales aliados parlamentarios, Gabriel Rufián, de Esquerra Republicana de Cataluña. Y de esta bronca discusión entre ambos me gustaría centrarme en un argumento que expone Gabriel Rufián y que luego, posteriormente, ratifica Pedro Sánchez. Escuchemos primero lo que verbaliza Gabriel Rufián.

Grábenselo a fuego, señorías del PSOE. La izquierda no puede robar. No podemos robar.

Esta gente sí. Esta gente sí. Nosotros no podemos robar.

La izquierda no puede robar. Esta gente, la derecha, sí puede robar. Pero la izquierda no puede robar. ¿Y qué le respondió Pedro Sánchez? Pues lo siguiente.

Pero lo que no voy a aceptar, lo que no voy a aceptar con todos los respetos, señoría, es que usted haga de la anécdota una categoría. Porque la izquierda no es corrupta, la izquierda no roba, señoría. Y mi organización es una organización limpia.

La izquierda no es corrupta, la izquierda no roba. Bueno, vamos a analizar el contenido de estas consignas, tanto la que menciona al comienzo Gabriel Rufián como la que articula posteriormente Pedro Sánchez. En primer lugar, ¿qué quiere decir Gabriel Rufián con eso de que la izquierda no puede robar? ¿Quiere decir que la izquierda no tiene la capacidad de robar? Porque si quiere decir eso, obviamente es falso. La gente de izquierdas no es universalmente manca, por tanto puede meter la mano en la caja, tanto como la gente de derechas.

Entonces, si descartamos la interpretación más textual de la frase de Gabriel Rufián de que la izquierda no puede robar, si lo que quería decir no es que la gente de izquierdas no tiene la capacidad fáctica para robar, entonces tal vez lo que quisiera expresar Gabriel Rufián es que la izquierda no debe robar, la izquierda no ha de robar. Lo cual constituye una prescripción moral perfectamente válida. Por supuesto que uno puede formular una especie de mandamiento universal según el cual resultaría deseable, resultaría mandatorio, resultaría obligatorio que la gente de izquierdas no deba robar. Pero si eso es lo que quería decir Gabriel Rufián, que la izquierda no debe robar, entonces no se entiende muy bien lo que afirma a continuación.

Cuando dice que esta gente, es decir, la gente de derechas, sí puede robar. ¿Nos está diciendo entonces Gabriel Rufián que desde su punto de vista la derecha sí debe robar? ¿O que al menos la derecha no tiene la obligación moral de no robar? ¿Le está otorgando Gabriel Rufián a la derecha patente de corso para que robe? Desde luego, esta segunda interpretación tampoco tendría mucho sentido. La izquierda no debe robar y la derecha tampoco debe robar. Porque robar está universalmente mal. Lo haga quien lo haga. Incluyendo cuando lo hace, por supuesto, el Estado, a través del sistema impositivo. En realidad, creo que lo que quiere decir Gabriel Rufián con estas frases es otra cosa.

Lo que quiere decir es algo mucho más simple y maniqueo que lo que hemos explicitado con anterioridad. Lo que pretende decir Gabriel Rufián con todo lo anterior es si partimos de la premisa de que la izquierda es buena y de que la derecha es mala, entonces para que la izquierda siga siendo buena y no se convierta en algo malo, la izquierda no ha de robar. La izquierda no debe robar. Sin embargo, como la derecha es mala y solo puede ser mala y seguirá siendo mala, no podemos pretender que la derecha se someta a normas morales que la harían buena. No podemos aspirar a que la derecha respete la regla de no robarás.

Porque la derecha es mala y se caracteriza precisamente por ser mala.