
Escuche a Pedro Sassone, viceministro de atención integral para la migración venezolana de la Cancillería

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El viceministro de atención integral para la migración venezolana del ministerio de Relaciones Exteriores, Pedro Sassone, aseguró este martes que el gobierno hará "todo lo posible" para defender a los migrantes venezolanos ante la ola de deportación que se ha visto en EEUU con la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca
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Tenemos otro invitado muy especial, que se trata de Pedro Sassone, viceministro de Atención Integral para la Migración Venezolana al Ministerio de Relaciones Exteriores. Una muy oportuna visita, una entrevista en que esperamos obtener algunas respuestas sobre los planes que tiene el Estado venezolano respecto a la migración. Ya nos habíamos conversado.
Bienvenido, Pedro.
Habíamos conversado en una oportunidad sobre la necesidad de formular políticas.
Además, usted viene de Ecuador, donde comenzó a trabajar justamente en unas políticas de atención a la comunidad venezolana en ese país.
Y ahora le toca formularlas en macro frente a buena realidad.
Yo primero quisiera su su visión de lo que está pasando con las deportaciones en los Estados Unidos y particularmente con los grupos que han sido secuestrados.
Yo no lo puedo llamar de otra manera.
Los grupos venezolanos que han sido secuestrados y enviados contra su voluntad a El Salvador y a Guantánamo.
Bueno, en primera instancia, gracias.
Tanto tiempo de haberlo visitado.
Pero como dices, es oportuno porque es una obligación ética de hablar al pueblo venezolano y de explicarle de qué se trata.
Pero no es cualquier cosa.
Una de las violaciones de los derechos humanos más graves en los últimos tiempos es todo lo que está pasando con los migrantes no tiene precedentes.
Recordemos que la migración es un fenómeno global.
Hay en el mundo aproximadamente doscientos treinta y cuatro millones de migrantes, lo que ha obligado a legislar, a normar.
En términos de que las convenciones no son de carácter vinculante, quedan a la voluntad de los pueblos, pero hay una obligación moral sobre las diferentes convenciones, sobre los derechos humanos, sobre la protección, el Pacto Mundial para la Migración Segura, ordenada y regular.
Es decir, que hay una legislación.
¿Por qué hay una legislación? Bueno, porque se trata de millones de personas.
El mundo tiene que ver con el flujo de migración.
No hay ningún país en el mundo que no se haya conformado desde el punto de vista cultural sin la presencia de migrantes.
Pero además, Pedro, lo que me parece a mí importante destacar el tema de que se esté legislando, que ya no solamente son convenciones internacionales, sino que se comienza a legislar, a normar, a ejecutar políticas.
El Estado de los países, tanto los receptores como los emisores de migrantes, es que si estás considerando que la migración es un derecho humano, tienes que dar garantías de ese derecho en todas partes, o sea, no solamente en el Estado receptor, sino que el Estado de donde sale la gente también tiene unas obligaciones respecto a una población que sigue teniendo nacionalidad y por la nacionalidad tiene también los derechos inherentes a esa condición.
Es que en la migración hay un ciclo, el país de origen, el país de tránsito y el país receptor.
Esos tres, tres espacios, todos tienen obligaciones.
Tienen obligaciones de respetar la normativa que tiene que ver con el hecho de que la migración es un derecho.
Lo que sucede en Venezuela es que ese derecho hay que explicarlo, hay que contextualizarlo. ¿Por qué hay que contextualizarlo? Bueno, porque la migración venezolana fue inducida.
Esa es una característica y no es verdad lo que algunos organismos dijeron que se trataba de refugiados en el derecho internacional.
Hay un tratamiento diferente en muchas ocasiones durante esos años en los cuales se promovía que los venezolanos, inclusive de aquí, tuvimos gente que denunció que tanto en Brasil como en Colombia, los representantes de la Organización Internacional de Migraciones y del NUR estaban obligando a los migrantes a firmar documentos en donde afirmaban que tenían condiciones de refugiados o que estaban solicitando asilo.
Eso pasó y eso pasó porque era la manera de primero contabilizar a una población que es muy distinto ser migrante que ser refugiado, exactamente, y segundo, porque eso permitía a estas organizaciones pedir fondos.
Y bueno, todas esas otras historias que hay que contar.
Entonces fíjate que lo que está sucediendo tiene como como antecedentes.
Por eso es que yo digo que hay que ser conciencia de todo lo que ha pasado, no es cualquier cosa.
Es decir, instrumentalizar la migración como un elemento de ataque político en un país no tiene precedentes.