iVoox
iVoox Podcast & radio
Download app for free
By Borja Román Escalofrío
Espírita 67

Espírita 67

6/20/2025 · 19:00
0
470
0
470
Escalofrío Episode of Escalofrío

Description of Espírita 67

A los que recordáis con extraña insistencia a los amigos desaparecidos, muertos, según reza el epitafio de muchas tumbas. Si de alguna manera, en la soledad de vuestra habitación frente al mar, cualquier noche viajera tras el parabrisas, habéis captado la llamada de los que se fueron, de los que están ahí callados, invisibles, observándonos, esperándonos. Para vosotros, esta historia apasionada de Borita Casas, titulada Espirita 67.

Read the Espírita 67 podcast

This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.

Hora de abrir bien los ojos, de estar preparados, de no distraerse ni un instante.

Hora de oscuridad y de presagios.

Ha sonado la hora del escalofrío.

A vosotros, amigas y amigos de lo sobrenatural, a los que recordáis con extraña insistencia, a los amigos desaparecidos, muertos, según reza el epitafio de muchas tumbas, sí, de alguna manera, en la soledad de vuestra habitación, frente al mar, cualquier noche viajera tras el parabrisas, habéis captado la llamada de los que se fueron, de los que están ahí, callados, invisibles, observándonos, esperándonos.

Para vosotros, pues, esta ráfaga apasionada que nos envió hace tiempo Dorita Casas, confesando que la había encontrado no sé dónde, oídla, el escalofrío os promete que va a gustaros.

Con vosotros, Espírita 67.

Chico, qué obsesión tengo esta noche, no hago más que acordarme de España.

¿Quieres otro whisky? No, gracias, German.

Acuérdate de la máxima inglesa.

Un whisky no es suficiente.

¿Dos? Sí, son suficientes.

¿Tres? Ya no son suficientes.

De acuerdo, Ricardo.

Estamos en los dos.

Vamos a dormir, te llevo.

No, prefiero andar.

¡Ulala! Jóvenes compañeros de visados y pasaportes.

Buena pareja representativa de nuestro don Juan, odiado por los franceses y amado por las francesas.

¿Cuándo has llegado? Esta tarde, zumbando desde San Sebastián, sin parar.

Madrid estaba imponente, desde luego.

Abusas de tu privilegio en la Embajada, Pater Rodrigo.

En cambio, los demás, siete meses sin ver la Cibeles.

Bueno, ¿quién dice la Cibeles? Ya, dice Néstor.

Tú no, pero menos.

Bueno, señores, uno que se va.

Nos veremos mañana en el despacho.

Y pórtate bien, German, no bebas más, ni invites a Pater Rodrigo.

Ten en cuenta que tú llevas el coche.

Hombre, con la alegría de veros, se me ha ido el santo al cielo.

Hablando de accidentes, ya os habréis enterado de hace una semana en Córdoba.

Venían del cortijo de Santa Clara.

¿Pero quién? ¿Quién venía del cortijo? ¡Habla, hombre, explícate! Los Montaño.

Paco Montaño, su mujer y la hija segunda.

Un accidente de antología.

Los tres muertos.

En Madrid ha impresionado la noticia.

Ya sabéis que los Montaño eran amigos de todos.

Vosotros conocíais a las chicas.

Hombre, me dejas líbido.

¿Quién no iba a conocer a las Montaño? Las chicas más guapas de Córdoba.

¡Qué tipazos! Sobre todo ella, la segunda, la que se ha matado.

Gracia.

Gracita Montaño.

¡Qué maravilla de muchacha! ¿Te acuerdas de ella, Ricardo? Ricardo, ¿qué te pasa? ¿Estás enfermo? ¡Contesta, hombre! Un vaido quizá.

Pronto, Germán.

Yo lo veo bien.

Busca en esta libreta al médico de la embajada.

Guillo, Guillo en la G.

¡Deprisa! Germán, nos vemos.

Te esperamos en el coche.

Guillo, Guillo en la G.

Sí, el aire me ha hecho bien.

En realidad creo que mi sistema nervioso no funciona bien.

O quizá el corazón.

No sé.

Mi padre murió a mi edad, repentinamente.

A veces noto como una angustia, un anhelo extraño.

Comments of Espírita 67

This program does not accept anonymous comments. Sign up to comment!