LA ESTANTERÍA: Viento del pueblo, de Miguel Hernández
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- Ana María Pino repasa a diario una lectura recomendada por la Red de Bibliotecas de Cabra en La Estantería. Hoy, "Viento del pueblo", de Miguel Hernández.
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Borges decía que siempre imaginó que el paraíso sería una especie de biblioteca radio atalaya y la biblioteca municipal de cabra te trae las mejores recomendaciones literarias en la estantería dos poemas de miguel hernández de su poemario viento del pueblo aceituneros andaluces de jaén aceituneros altivos decidme en el alma quién quién levantó los olivos no los levantó la nada ni el dinero ni el señor sino la tierra callada el trabajo y el sudor unidos a la guapura y a los planetas unidos los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos levántate olivo cano dijeron al pie del viento y el olivo alzó una mano poderosa de cimiento andaluces de jaén aceituneros altivos decidme en el alma quién amamantó los olivos vuestra sangre vuestra vida no era del explotador que se enriqueció en la herida generosa del sudor no la del terrateniente que os sepultó en la pobreza que os pisoteó la frente que redujo la cabeza árboles que vuestro afán consagró al centro del día ya eran principio de un pan que sólo el otro comía cuántos siglos de aceituna los pies y las manos presos sol a sol y luna luna pesan sobre vuestros huesos andaluces de jaén aceituneros altivos pregunta mi alma de quién de quién son estos oli vos jaén levántate brava sobre tus piedras lunares no vayas a ser esclava con todos tus olivares dentro de la claridad del aceite y sus aromas indican tu libertad la libertad de tu lomas los cobardes hombres veo que de hombres solo tienen solo gastan el parecer y el cigarro el pantalón y la barba en el corazón son liebres gallinas en las entrañas galgos de rápido vientre que en épocas de paz ladran y en épocas de cañones desaparecen del mapa estos hombres estas liebres comisarios de la alarma cuando escuchan a cien leguas el estruendo de las balas con singular heroísmo la carrera se lanzan se les alborota el ano el pelo se les espanta valientemente se esconden gallardamente se escapan del campo de los peligros estas fugitivas cacas qué me duelen hace tiempo en los cojones del alma adónde iréis que no vayáis a la muerte liebres pálidas podencos de poca fe y de demasiadas patas nos avergüenza mirar en tanto lugar de españa a tanta mujer serena bajo tantas amenazas un tiro por cada diente vuestra existencia reclama cobardes de pie el cobarde y de co razón de caña temblaba como poseídos de todo un siglo de escarcha ibais del sol a la sombra llenos de desconfianza allá los sótanos poco defendidos por las casas vuestro miedo exige al mundo batallones de murallas barreras de plomo a orillas de precipicios y zanjas para vuestra pobre vida mezquina de sangre y ansias nos basta estar defendidos por lluvias de sangre hidalga que no cesa de caer generosamente cálida un día tras otro dia á la gleba castellana no sentís el llamamiento de las vidas derramadas para salvar vuestra piel las madrigueras no os bastan nos bastan los agujeros ni los retretes ni nada wish i wish dando al pueblo mientras bebéis la distancia motivos para mataros por las corridas espaldas solos se quedan los hombres al calor de las batallas y vosotros lejos de ellas queréis ocultar la infamia pero el color de los cobardes no se oxida de la zaga ocupar los tristes puestos de la triste telaraña sustituida la escoba y barret con vuestras nalgas la mierda que vais dejando dónde colocáis la planta dos poemas de miguel hernández de su poemario viento del pueblo recuerda que tienes este y otros muchos libros en la biblioteca municipal de cabra puedes acceder a ellos con tu carnet de socio en radio atalaya llenamos de libros las tonterías