Estoy con un vampiro emocional.

Carmen. Hola Carmen, buenas noches. ¿Cómo estás? Muy bien. Bueno, bien. Muy nerviosa, últimamente, muy nerviosa.

Bueno, yo te llamo por el tema de una pareja que tuve que ya el año pasado hablé contigo.

Bueno, se repite la misma historia, ¿no? A ver, no recuerdo la historia que me contaste.

Era un señor que vivía conmigo aquí en mi casa. Y bueno, que no me ayudaba nada. Un señor que le gustaba mucho irse con la bici.

¿Con la bici? Sí, es ciclista.

¿Y te dejaba solo? Y sí, me dejaba sola. No porque me dejara sola, sino porque representa que él era como un señor y yo venía aquí, tenía hecha su comidita.

Y el tema de qué hace la mujer, el sistema de la mujer antigua, ¿no? Que espera que venga el hombre y que el hombre viene, come, duerme la siesta.

En fin, este tema, ¿no? Y estuve viviendo con él bastante tiempo aquí en mi casa, porque él vive más lejos de aquí.

Entonces, cuando él viene, pues se queda aquí en mi casa, porque es donde él tiene cerca el club del ciclismo, todo esto.

Pero bueno, era un caballero que no se portaba muy bien conmigo y tú me aconsejaste que yo lo dejara y tal, o que no volviera con él.

Y lo hice, ¿no? Pero hubo un tiempo que me llamó el...

¿Y volviste con él? Y volví con él.

¿Y volviste a caer? Y volví a caer, el domingo.

¿Y no ha cambiado nada? En absoluto.

¿Y la historia se va a repetir otra vez? Y la historia se va a repetir otra vez y yo pues le he dicho que no, o sea, no le he dicho que no, pero le he dicho que no viniera.

¿Y estás contenta, sí? Estoy contenta de que no venga porque me he sentido muy liberada.

Sí.

Es una persona que no aporta nada a la relación, ni económicamente, ni nada.

Pues entonces lo tienes claro, ¿no? Sí, José Luis, lo tengo claro.

No es ningún problema. ¿Lo ves claro? Sí, lo veo claro.

¿Sabes lo que vas a hacer? ¿Por qué lo tienes que hacer? ¿Sabes lo que no tienes que hacer y por qué no lo tienes que hacer? Lo que pasa es que no tengo valor a decirle que no.

¿Y por qué no? No porque le quiera hasta el punto de...

Sí.

No, es que soy una persona que no... que hacer daño a otra persona...

Pero tú no le vas a hacer daño.

A ver, si tú le dices que sí te da el daño, te lo vas a hacer tú a ti misma, ¿no? Sí.

Pues mira la historia desde tu punto de vista.

Si a ti te sabe mal hacer daño a otra persona, mírate a ti mismo como si fueras otra persona y tú di, pues, no voy a hacerle daño a Carmen.

Y por eso no le voy a decir que sí, le voy a decir que no porque no quiero hacerle daño a Carmen.

¿Por qué te es difícil hacerle daño a otra persona y en cambio te es tan fácil hacerte daño a ti misma? Pues no lo sé, José Luis.

Pues mírate desde fuera, tienes que abstraerte, mirarte desde fuera y decir, no le quiero hacer daño a Carmen y por eso a esta persona le tengo que decir que no.

El tema es que tú no te quieres hacer daño a ti.

Porque mira, si tú te haces daño a ti mismo, aun en el supuesto de que él venga, las cosas van a ir mal porque tú vas a ser una persona que te vas a sentir muy, muy infeliz.

¿O no? No.

Te vas a sentir muy infeliz.

Me voy a sentir muy infeliz.

Y muy... te vas a confundir, te vas a sentir mal, te vas a sentir incoherente.

Sí.

¿Por qué? ¿Porque has dicho otra vez a repetir? Sí.

¿O no? Tengo muchos motivos para no recibir a este caballero.

Pues entonces no lo recibas. ¿Tienes los motivos? Sí, sí.

¿Sabes qué te aconsejo? Papel y lápiz y los escribes. Uno, dos, tres, cuatro, cinco.

¿Que lo escriba todo? Sí, lo escribes. No hace falta que escribas mucho, ¿eh? Pero el titular solamente.

Sí.

Dame el primer titular tú. ¿Por qué no lo... el primer motivo por el cual tú no le quieres recibir? El principal de todo es porque cuando él viene a mi casa yo le hago sentir como un rey.

Que no le falta ni de nada. Que le atiendo en todo.

¿Y el motivo sería? Y el motivo sería que cuando yo voy a su casa, el segundo día ella me pone mala cara.

Vale.

Y dice, ven que no estés a mi lado.

Bueno, pues no me corresponde en su casa. Mira, este es un motivo, ¿vale? No me corresponde como yo le correspondo cuando voy a su casa.

Yo voy a su casa y yo...

¿De acuerdo? Y tú sabes que esto va a ser siempre así porque ha sido siempre así.

Porque ha sido siempre así.

¿De acuerdo? ¿Segundo motivo? Es una persona que no me ayuda en casa. Yo tengo una casa muy grande y no me ayuda.

Y te conviertes en su criada.

Y encima cuando él viene, si es domingo yo le tengo hecha su paella.

Ya, ya.