Europa Laica en Sintonía 118 25-04-25

Hola, buenas noches, les damos la bienvenida desde NEO FM en Sevilla, en la 90.4 de la Fuerza Aérea Internacional de Sevilla, a Europa Laica en sintonía, como cada último viernes de mes, saludamos también a los compañeros y compañeras de Radio Clara de Valencia.

La hora de la laicidad, la hora de toda la ciudadanía. Europa Laica en sintonía es una emisión mensual desarrollada por la Asociación Europa Laica en colaboración con Sintonía Laica. Este programa quiere ser un espacio de reflexión soselada donde el sentido crítico, el rigor académico y la capacidad de análisis salen a la calle para difundir el ideal de la laicidad a todos los niveles. La libertad de conciencia y la igualdad de toda la ciudadanía sin discriminaciones es una exigencia de nuestra misma condición humana.

Europa Laica en sintonía ofrece un espacio de actualidad, pensamiento y militancia a todas las personas que quieran contribuir a construir en común una convivencia ciudadana más democrática, republicana y laica. Abrimos el programa, como siempre, con la editorial de nuestro compañero, expresidente de Europa Laica, Antonio Gómez Movillán. Tras la muerte del Papa Francisco se ha desatado una epidemia de papanatismo. La mayoría de periodistas, opinadores y todo el arco político ha eclosionado en un papanatismo y nos presentan al Papa como una persona con una autoridad moral indiscutible, además de un gran reformador de la iglesia católica.

El gobierno de España, como no, ya ha decretado tres días de luto y el vicepresidente, señor Bolaños, ha declarado que el Papa es un hombre bueno y un gran papa. Pablo Echenique de Podemos, al igual que el ministro Augusto Ndui, se sienten plenamente identificados con el Papa Francisco y Yolanda Díaz le presenta como el Adalí de la clase trabajadora y de los más vulnerables. Es sorprendente cómo los discursos civiles de la izquierda o del centroizquierda se quieren arropar en una moral sacra para ganar en legitimidad.

Lo entenderíamos en los partidos políticos de raíz demócrata cristiana, pero no lo entendemos en el caso de los partidos políticos de izquierda que hunden sus raíces históricas en el laicismo y en el republicanismo. El papanatismo es tan grande que, pese a que la representación de España en el entierro del Papa es de máximo nivel, puesto que asistirán los reyes flanqueados por tres vicepresidentas y vicepresidentes más el jefe de la oposición, se critica que no asista finalmente el jefe del gobierno.

El entierro, el próximo sábado, se convertirá en una cumbre mundial de jefes de Estado y de gobierno, aunque solo algunas excepciones como China y algunos países árabes no asistirán, ya que algunos de estos países siguen sin reconocer al Estado Vaticano. Hay que recordar que hasta el tiempo de Reagan tampoco los Estados Unidos reconocían al Estado Vaticano, al igual que muchos otros países protestantes que lo empezaron a reconocer cuando Ronald Reagan dio la orden de reconocimiento.

El Papa Francisco, venido del conservadurismo y de la ultraderecha peronista, habiendo colaborado con la dictadura de Videla, cuando llegó al papado aparentó ser aperturista con el propósito de hacer aparecer una institución tan racionaria como es la Iglesia Católica adaptada a los aires postmodernos del siglo XXI.

La realidad es que la Iglesia Católica es una de las instituciones más poderosas del mundo, con unas estructuras socioeconómicas poderosísimas y con intereses materiales que trascienden ya cualquier cuestión ideológica o moral. Es un poder fáctico moderno, y su fuerza deviene no de su doctrina ni de su influencia espiritual, sino de su poder corporativo y simbólico, y siempre al servicio del orden.