Evangelio 30 Mayo 2025

Paz y alegría queridos hermanos y hermanas sean todos bienvenidos a una reflexión más con la poderosa palabra de Dios. Hoy es viernes 30 de mayo. La iglesia nos presenta el testimonio de santidad de Santa Juana de Arco. El evangelio que compartimos con ustedes hoy se toma de San Juan capítulo 16 del 20 al 23. En aquel tiempo dijo Jesús a su discípulo les aseguro que ustedes llorarán y se lamentarán mientras el mundo se divierte estarán tristes pero esa tristeza se convertirá en gozo. Cuando una mujer va a dar a luz está triste porque le llega su hora pero cuando ha dado a luz a la criatura no se acuerda de la angustia por la alegría que siente de haber traído un hombre al mundo.

Así ustedes ahora están tristes pero los volveré a visitar y se llenarán de alegría y nadie les quitará su alegría. Aquel día no me preguntarán nada. Palabra del Señor. Meditemos y oremos. Jesús escogió la mejor imagen posible para explicarnos lo que sucede en el misterio pascual. La mujer embarazada a punto de dar a luz. En esa situación se angustia, sufre dolores, se pone triste pero está en la víspera de una gran alegría ya que un nuevo ser humano va a venir a este mundo. Todo el proyecto del reino de Dios es un embarazo que anida en las entrañas del mundo a punto de gestar la vida nueva de los hijos e hijas de Dios. En la bienaventuranza Jesús trazó el código de la felicidad, la de estar saciado, consolados, heredero de la tierra, compadecido, dotado de misericordia, dignificado.

Jesús nos alienta como hace el Apocalipsis 12 cuando narra en el lenguaje lleno de símbolos que está pendiente un combate entre la mujer embarazada, la nueva Eva, el pueblo de Dios y el dragón. La estructura de iniquidad, la victoria de la mujer es posible al dar a luz ese plan de Dios del triunfo de Jesús y de su madre, el reino que ha de venir a toda la humanidad y que ya lo inició Cristo y lo quiere prolongar y actualizar en su iglesia. Como si el Padre mismo hablando a nuestra conciencia nos dice hoy, escucha qué maravilloso saber que la proclamación del misterio pascual, dándola a conocer, evangelizando, es una labor animada y sostenida por el mismo Jesús. Es Él quien anima a la evangelización. El motivo es que en cada lugar hay un pueblo dispuesto para ser pueblo santo de Dios.

En cada ciudad hay muchas personas que escuchando el anuncio se entregarán a la acción salvadora de Dios. Yo tu padre tierno y misericordioso soy padre de todos y de cada uno de los que llamo a formar parte de esta gran familia en el nombre de mi hijo amado Jesús. Déjate abrazar por la fuerza de mi espíritu santo para que sepas escuchar mi voz que anima tu acción misionera. Oh padre amado, danos siempre de tu espíritu santo para discernir con claridad cómo en cada ciudad hay muchos que llegarán a formar parte de tu pueblo santo. Que no seamos ni sordos a su voz ni lentos para proclamar el misterio salvador realizado en la pascua de Cristo. Que estemos bien animados por ese mismo espíritu a ser hoy tus testigos de un Cristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. Amén. Que sigan pasando un feliz día.