Evangelio y comentario del día 28 de junio de 2022.

En aquel tiempo subió jesús sala barca y sus discípulos los siguieran de pronto se le va temporada tan fuerte que la barca desaparecía entre las olas y el dormía se acercaron los discípulos le despertaron gritando le señor sal urbanos que nos subimos él les dijo cobardes que boca se puso en pie increpó a los vientos y al lago y vino una gran calme ellos se preguntarán admiraba quién es este hasta el viento y el agua le obedecen continuando con lo que hablábamos ayer y ante el seguimiento pues a veces nos enfrentamos a seguir a jesús y tratamos de seguir y seguir así como sus discípulos siguieron pero de pronto el medio de este estar con este seguirle se levanta una fuerte y parece que va a desaparecer entre las olas y que jesús duerme él nunca nos abandona a veces duermen nuestra marca y es cuando nos centran nosotros la desesperación salva no señor que que que nos fundimos y se nos olvida que la palabra de él calma tempestad que él es amor poderoso amor infinito amor omnipotente sobre todo amor que anhela amor que nos cuida amor en acto que al mismo impuesto puede parecer que jesús está dormido pero aunque parezca que está dormido nos velas siempre nos espera siempre nos cuida siempre vive atentos no tenemos ningún derecho a dudar que no nos de que nos cuida y nos cuida de la mejor manera por eso ante las tempestades de la vida y las va a haber tenemos que contar con ellas en el camino del seguimiento a jesús es imprescindible la confianza en el abandono jesús yo confío en ti este viento esta red está tempestad es tremenda todo está muy oscuro tengo miedo pero yo confío en ti mi amor y mi confianza en ti antes ser más fuertes el temor han de ser más fuertes que el cansancio el desaliento señor yo se que hasta el viento y el agua nada puede resistir a la omnipotente amor la omnipotente del amor con que me llamas y me cuidas jesús confío en ti