Éxodo 25-40 Mujer y santidad al Eterno | Cómo el mishkán nos guía en el servicio verdadero

Muy bien, bienvenidas una vez más a esta siguiente entrega de nuestra serie Renovadas y Transformadas.

Continuamos en el libro de Shemot, en el libro de Éxodo y prácticamente hoy concluimos. Hoy concluimos y el Eterno nos lo permite. Estamos ya completando las entregas a través del libro de Shemot y bueno vamos a tener una sección que podría parecer muy densa pero conforme la vayamos desarrollando se van a dar cuenta de que en realidad es una sola y que nos va a dar una misma idea y aunque son varios capítulos vamos a irnos relativamente fluido ¿no? Porque al final los capítulos que vamos a abordar en esta ocasión del 25 al 40 tienen que ver con una misma cosa y en este caso es el santuario, es el mishkan, si es el santuario, es el ministerio de los de los ministros, en este caso de los levitas, Sajarón y sus hijos, es el mobiliario del mishkan y es también el pecado con el becerro de oro y finalmente la ratificación de los mandamientos de las palabras que el Eterno le había mandado a Moshe respecto al mishkan, al santuario, para que pudiera elevarse, para que pudiera completarse y entonces ya formalmente establecerse como un medio para el servicio, para el acercamiento del pueblo hacia el Eterno. Bueno, por aquí la hermana Alma Molina nos está dejando una petición de oración para tenerla en cuenta, claro que sí. Muy bien, vamos a comenzar, voy a abrir por aquí la Biblia.

Quiero decirles que este tema el cual titulamos una vida que refleje santidad al Eterno, yo creo que es uno de los temas que definitivamente más he disfrutado desarrollar, que más me ha bendecido desarrollar, el analizar, el irme a las palabras desde el hebreo, estar checando, bueno tantos detalles en todos estos capítulos, a lo largo de estos capítulos realmente es algo que disfruté muchísimo. ¿Por qué? Porque creo que aunque lo hemos leído muchas veces, siempre el Eterno en diferentes etapas de nuestras vidas, en nuestro peregrinar, nos empieza a dejar ver aspectos que necesitamos en ese momento preciso y que edifican nuestras vidas, que edifica nuestro peregrinar, que nos renuevan, la palabra realmente renueva nuestras vidas, cada vez que estamos ahí exponiéndonos a ella, analizándola y sobre todo sin dudarlo, que el Eterno siempre está presto para dar justo lo que necesitamos.

Entonces en este tema que vamos a desarrollar, vamos a ver cómo a través de todo lo que implicó el Mishkan, todo el mobiliario, todo el servicio, es una manera de enseñarnos a nosotros cómo podemos expresar, cómo podemos reflejar la Santidad. Santidad al Eterno es una expresión que vamos a ver en uno de los capítulos que se grabó en una diadema que se ponía en el sombrero o el gorro o mitra que llevaba el Gran Ministro, en este caso a Jarón, que decía Kadosh la Adonai, que en español lo entendemos como consagrar o santidad al Eterno, y eso es algo que a veces no tenemos presente o o simplemente estamos tan acostumbradas y tan familiarizadas con que el Ruaj ha venido sobre nosotros, de que somos posesión del Eterno, de que él es el que nos ha sellado, que nuestra vida cotidiana no está con eso tan presente. Y yo me imaginaba que el Gran Ministro llevando esta diadema sobre su cabeza, para mí es como ese recordatorio constante en mi cabeza de que yo le pertenezco al Eterno. Y todas nosotras como creyentes tenemos que estar siempre en cualquier circunstancia de nuestra vida, recordar estas palabras.