Exploración espacial sin límite: Lanzaderas espaciales · Marte · Saturno

Uno de los satélites Sentinel, de observación de la Tierra.

Ocupan órbitas terrestres bajas, que los llevan sobre los polos.

En órbitas similares, los satélites Swarm, monitorizan los cambios en el campo magnético de la Tierra.

En una órbita mucho más alta, el satélite meteorológico GOES sobrevuela los Estados Unidos.

Orbita al mismo ritmo que rota la Tierra, la sonda New Horizons no orbita en torno a nada.

Fue lanzada en una misión de sobrevuelo hasta más allá de Plutón y continúa hacia el cinturón de Kuiper.

Los satélites son caros.

Son diseñados para funcionar a temperaturas extremas en el vacío del espacio y no pueden recibir mantenimiento.

Deben funcionar sin fallos durante años.

Sin embargo, cada satélite depende de la fuerza bruta y la precisión de un sistema de lanzamiento para alcanzar una órbita exacta.

Y esos sistemas también son caros.

Difieren en cuanto a la capacidad y fiabilidad.

Pero los nuevos avances en la tecnología de cohetes están cambiando lo que se puede lograr y cuánto costará.

Exploración espacial sin límites.

Lanzaderas espaciales.

Atrás quedaron los días en que las gigantescas corporaciones estatales lanzaban sus propios satélites.

Los fabricantes de cohetes ofrecen sus servicios a clientes comerciales o gubernamentales.

En octubre de 2014, un cohete Antares, fabricado por Orbital Sciences, se disponía a transportar suministros a la Estación Espacial Internacional.

Las lanzaderas suelen ser fiables, pero el espacio es complicado y el porcentaje de fallos es del 7%.

Este paso fundamental, abandonar la superficie terrestre, depende de un pequeño grupo de empresas internacionales que fabrican cohetes para cargas pesadas.

La lanzadera más emblemática en funcionamiento es la Soyuz rusa.

No es la más grande ni la más potente, pero su historia se remonta a los albores de la exploración espacial.

La producción de distintas versiones de la lanzadera Soyuz ha continuado desde 1957 y han realizado más de 1.800 viajes hasta la órbita terrestre.

Desde la desaparición del transbordador espacial, la Soyuz es la única lanzadera en funcionamiento apta para transportar personas.

Y tanto la Agencia Espacial Europea como la NASA dependen de ella para transportarlas hasta y desde la Estación Espacial Internacional.

Es una descendiente directa de la lanzadera Vostok, que envió al primer hombre al espacio.

El 11 de abril de 1961 Yuri Gagarin fue puesto en órbita gracias a la Vostok 1, diseñada por Sergei Korolyov.

Su diseño, con un núcleo central rodeado por cuatro propulsores auxiliares, fue concebido en un principio como el primer misil nuclear.

Pero a medida que las ojivas soviéticas se volvían más ligeras, la lanzadera se adaptó para viajes tripulados a una órbita terrestre baja.

Hoy siguen en funcionamiento cuatro variantes de la lanzadera Soyuz que se lanzan desde cuatro instalaciones diferentes.

Muchas de las características simples del diseño de la Soyuz han contribuido a su fiabilidad y bajo costo.

Se calculó que Rusia podría lanzar 20 naves Soyuz de un solo uso por el costo de un solo lanzamiento del transbordador espacial.

Aunque el diseño básico de la Soyuz todavía es reconocible después de 60 años, ha evolucionado.

El diseño ha experimentado varias generaciones de mejoras y se ha convertido en el primer misil nuclear que se lanzará en el mundo.