Extra-Ligero – HEATH LEDGER y la maldición del JOKER

Dicen que Heath Ledger era un actor de método, cuando los roles que le encomendaban le permitían aplicar esas técnicas se metía a tope con los personajes. Luego ha habido mucha gente que ha dicho que no, que nunca se metía tan dentro de sus roles y las cosas como son. Era buen actor pero todavía le quedaba, digámoslo así, demostrarlo de forma definitiva.

Constaba que alguien como él, que bueno la mayoría de la gente todavía le recordaba por destino de caballero más que por ninguna otra cosa, ya había hecho lo de Brauc Back Mountain y si es verdad que su interpretación ahí era bastante decente pero de algún modo todavía no se había salido del encasillamiento de niñito monete que hace papeles de chico guapo en comedias románticas y ya está.

Así que cuando Christopher Nolan confió en él, tirando pues de un criterio extraño y único, confiándole un papel que ninguno le hubiéramos otorgado, viendo en él algo que yo creo que nadie más supo ver, a Ledger se le abrió el cielo. Era su gran oportunidad, podía salirse de ese estancamiento, podía incluso hacer historia.

El resultado fue pues como todos sabéis una interpretación notable, escalofriante por momentos, un Joker magnífico, que daba miedo todavía para muchos el preferido de los que hemos visto en pantalla y que nos enseñaba algo que hasta ese momento nadie más había visto con el Joker, porque bueno las interpretaciones antiguas tenían ciertos hándicaps. Es cierto que tras The Dark Knight, Caballero Oscuro, Ledger tuvo tiempo de meterse en otra película, pero el tiempo que un actor tarda en salirse de la piel de su personaje, sobre todo si es muy de método, parece ser que se extendió mucho más de lo normal.

Heath Ledger ya se había embarcado en la película del imaginario del Dr. Parnassus, pero por lo que parece no lograba meterse en el nuevo papel. El Joker le seguía persiguiendo desde lo más hondo de su corazón. Vivir ese personaje le había marcado mucho y ahora podía decirse que le costaba desembarazarse de él. De ahí que podríamos hablar de la maldición del Joker, algo que se ha venido hablando de hace ya bastante tiempo.

Todo lo que hizo para introducirse en ese rol, para sentirse el Joker, para estar ahí dentro de la piel del mismo personaje, para mentalizarse hasta el punto de entrar en la sintonía del Joker, le marcó de tal manera que de algún modo pues el personaje casi podríamos decir que le acabó poseyendo, o por lo menos perturbándole más allá de lo que puede ser el típico trabajo delante de las cámaras. Y para muchos no salió de ahí. Y sí, nadie duda de que esa experiencia oscura que rodeó toda aquella introspección para encarnar al payaso asesino podría haberle dejado huella, o quizá no fue para tanto.

Pero sí que tuvo un final calamitoso y para muchos está relacionado con ese viaje a los infiernos que el actor desempeñó para poder calzarse los zapatos del Joker, y que eso le costó la vida. Así que de eso va a ir este programa, de la historia de cómo Heath Ledger se convirtió en el Joker y fue consumido por él. Por supuesto ahora podéis encontrar en internet dos versiones. Las versiones más morbosas, más oscuras, aquellas en las que ya se habla de aspectos que entran dentro de lo sobrenatural, en el sentido de que quizá el Joker acabó poseyendo al actor hasta el punto de que no lo dejó en paz y le mató.

Casi tenemos ahí una película de terror o una novela de Stephen King y gente que le quita hierro a todo. O sea, podéis encontrar algunas versiones por ahí donde se desmiente todo. Donde se dice que nunca fue tan introspectivo Heath Ledger, que nunca se metía tanto en los papeles, que en los rodajes de Dark Knight estaba todo el rato moneando, contando chistes y yendo por ahí con el monopatín. No parece tampoco una versión muy acorde con lo que se ha dicho con la realidad. Y si se tiene en cuenta lo que dijo su expareja y la madre de su hija.