Familia Rojiblanca 22 - 04 - 2025

Martes 22 de abril del 2025.

Esto es Familia Roy Blanca de los Martes, presentado por un servidor, Joaquín Ruiz, y patrocinado, antes de que se me olvide, por Cerámica Cercolón.

Cercolón, con sus dos tiendas en el corazón de Triana, en la calle Antillanos Campos.

Número 3.

Veo que mi amigo Solís ha salido de la hermandad del silencio.

Ok, todavía sigue de Penitente.

Y la otra tienda en pleno corazón de Sevilla, en Mateos Gago.

Número 10. Ahí me pasa yo, me pasa yo delito, porque lo tenía que haber dicho de un pebe sabarigo que no había salido de la hermandad del silencio.

Aunque dice que trae pocas ganas de hablar, pero bueno, seguramente durante el transcurso del partido de la tertulia iremos a más.

A más, tendremos que ir porque tendremos que levantar los ánimos que lo tenemos por los suelos, porque no puede ser de otra manera.

Porque el martes último que estuvimos aquí, antes de la Semana Santa, ya comentaba nuestro compañero Pedro Sendra que la vida no era echar al entrenador, que el entrenador, y eso lo digo yo, era al menos responsable de todo lo que está pasando en la actualidad del Sevilla.

Y vemos que esto no hay por dónde cogerlo.

El otro día se hizo el peor de los partidos que yo le recuerdo al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán.

Y no solo que empezáramos medio bien, porque empezamos medio bien, no intentando arriesgar el saque en corto hacia el portero.

Empezamos a sacar varones en largo, marcamos en gol, el gol.

A raíz de marcar el gol, volvimos otra vez a las andadas.

Desaparece el equipo con un centro del campo inexplicable.

A mí que me lo cuente.

En la segunda parte, todavía lo empeoramos con los cambios.

No aportó nada el don Joaquín Caparrós Camino, que lo tendremos en la gloria por éxitos pasados.

Pero yo creo que se equivocó, y no solo en el planteamiento, sino en su vuelta a la actual Sevilla.

Yo creo que nunca debió de ser el parapeto, ya en la segunda becasa de parapeto del Consejo de Administración del Sevilla.

La primera, optando al cargo de director deportivo cuando no tenía experiencia y carecía de contacto suficiente para dicha gestión.

Y esta segunda, que dado lo podrido, lo asqueroso que está el club por dentro, jamás como sevillista debería de haber accedido al cargo de entrenador del Sevilla, cuando es verdad que el menos de los responsables, porque para buscar responsables, yo ya no le he hecho la culpa ni al entrenador, ni a los jugadores.

Fíjense ustedes, ni siquiera a Vitorta, ni siquiera a Junior Betella.

Aquí, para mí, el único o los únicos responsables de este desaguisado se llama la familia Carrion.

Mientras que la familia Carrion sigue prestando sus acciones a este inepto, esto no se arregla.

¿Hasta cuándo va a durar? Pues seguramente hasta que lleguen a un buen pacto de todo por la pasta, de vender las acciones al mejor postor, que seguramente lo haya allá por el mes de junio, julio.

Cuando estemos, yo creo que estamos ya en segunda división.

Lo dije el sábado.

Si no somos capaces de la larga.