
Fantasmas legendarios de Roma y de Italia

Description of Fantasmas legendarios de Roma y de Italia
Paloma Gómez Borrero, periodista, primera mujer corresponsal en la historia de de Televisión Española, y escritora. Muchos son los espíritus que habitan las ruinas y palacios de Roma.
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Se considera comúnmente a un fantasma como una manifestación luminosa de origen inexplicado y que se vincula a un ser fallecido, generalmente, en circunstancias trágicas.
En este sentido, los fantasmas son considerados como supuestos espíritus o almas desencarnadas que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible y principalmente en lugares que ya frecuentaban en vida.
Asimismo, en Occidente se sigue considerando a los fantasmas como almas en pena que no pueden encontrar descanso tras su muerte y quedan atrapados entre este mundo y el otro.
Precisamente, nuestra siguiente invitada ha realizado un viaje por algunas de las ciudades italianas más importantes para visitar sus lugares encantados y captar los testimonios e historias que confirman la presencia de espíritus o almas desencarnadas en dicho país.
Pero, ¿qué fantasmas históricos esconde la ciudad de Venecia, por ejemplo? ¿Cuál es el misterio que rodea a la Momia de Turín? ¿Qué historias fantasmales existen en la ciudad de Nápoles? ¿Por dónde se pasea el espíritu de Dante Alighieri? ¿Cómo se manifiesta el fantasma de Fra Epícolo en Roma? Para responder a estas y otras cuestiones tenemos con nosotros a Paloma Gómez Borrero, periodista, escritora y autora de Los fantasmas de Italia, de Plaza Janés.
Paloma Gómez Borrero, muy buenas noches. Muy buenas noches, Pedro. Bienvenida, Paloma.
Pues, ¿a quién está madrugada tuya? Que es tu casa, que es tu madrugada también.
A Paloma la conocemos hace ya algunos años que tuvimos en Roma, ¿verdad? A una visita que tuvimos ahí a su santidad y Paloma nos hizo los honores cenando con nosotros en una noche envidiable, Paloma. Me acuerdo tanto de aquella cena.
Era Juan Pablo II, ¿te acuerdas? Eso es, eso es, con Juan Pablo II. Me acuerdo, me acuerdo. Una cena preciosa, además, me encantó saludarte personalmente. Tú sigues estupenda, sigues igual, eh, Paloma.
Bueno, con buena voluntad y con amigos como tú, pues...
No, no, no es cuestión de amistad, es cuestión de lo que se ve y lo que se palpa, ¿no? Y ahora, también, con éxitos notables, bueno, todo tu trabajo es de éxito notable, ¿verdad, Paloma? A mí me gustaría saber, ¿cómo llegas a que cada cosa que haces, tú tienes ahí a un alma, a un espíritu, tienes a alguien que te ayuda en tu evolución? ¿Tienes a un ángel muy bondadoso? No, no, lo que pasa es que he tenido suerte en la, o sea, en la parte, en la parte, digamos, periodismo, pues, no todo el mundo tiene, digamos, la suerte profesional de contar con noticias del calibre del secuestro y el asesinato de Aldo Moro, que fue una noticia a nivel mundial.
Tres cónclaves, o sea, hay quien cuenta un cónclave en su trayectoria, y yo tengo tres con un cónclave que eligen a un papa que dura 33 días, que fue Juan Pablo I, otra vez otro cónclave, eligen a Juan Pablo II, me encuentro con un papa viajero de tal forma que me toca seguirle en 104 viajes, que suponen 36 veces y kilómetros la vuelta al mundo, todo el mundo lo puede decir, eso ha sido una suerte.
Sí, desde luego, es que no todo el mundo puede decir que ha tenido ese acceso como tú, tan directo, ¿no?, con tres papas.
Sí, no, y yo lo pienso muchas veces, fíjate, no ya no de fantasmas ni de espíritus, pero cuando, yo me parece que tenía como 12 años, hicieron un concurso de lo que llamaba redacción, en todos los colegios del Sagrado Corazón, donde yo estudiaba en el Sagrado Corazón, y era un tema que decían, imagínate que vas a Roma, imagínate que ves al papa, yo ni lo había visto en mi vida, ni había ido nunca a Roma, ¿no?, y me lo inventé, me imaginé cómo podía ser ese papa y cómo podía ser esa Roma, y gané el primer premio.
Y entonces, todas las veces que voy por el Palacio Apostólico, me toca entrar y tal, digo, madre mía, pero que yo esto lo haya imaginado, y que ahora me toque de verdad ir por estos pasillos.
Interesante, ¿eh?, importante, extraordinario. Paloma, yo sé que hacerte esta pregunta a lo mejor es difícil de resolver, ¿no?,