¿Fue el gobierno de AMLO feminista? Balance de la política de género en México (2018-2024)

A ver, ¿qué pasa cuando un gobierno dice ser feminista, pero los datos, los números oficiales como que cuentan otra cosa? Vamos a analizar justo eso hoy, con una investigación sobre el sexenio 2018-2024 aquí en México.

Sí, exacto. Hay un artículo muy interesante de Virginia Romero Plana y Ramón I. Centeno Miranda. Se publicó en la revista española de sociología, y lo que hace es, pues, evaluar si las acciones del gobierno de López Obrador, bueno, si correspondieron con ese discurso feminista que manejaron. Y lo clave es que usan puros datos del mismo gobierno.

Ah, ok. O sea, la idea es contrastar la propaganda, digamos, con la evidencia dura, ¿no? Y se enfocan en tres cosas que siempre piden los movimientos feministas. La desigualdad de género, la violencia contra las mujeres y el tema del aborto. ¿Le entramos a los detalles? Sí, justo. Y lo que decíamos, usan datos oficiales del Inegi, ya sabes, el de estadística, del Coneval, que mide la pobreza y evalúa programas sociales, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, o sea, las cifras de delitos, de Hacienda.

La idea es ver pragmáticamente, con números, si las cosas mejoraron para las mujeres o no. Ok, empecemos con la desigualdad y el presupuesto, la lana. El artículo dice algo que, pues, sorprende. Que el gasto federal para mujeres, en lugar de subir, bajó. ¿Es así? Correcto. Según los datos que citan del Coneval, ese gasto cayó un 26% entre 2015 y 2021. Un 26%.

¡Wow! ¿Y mencionan ejemplos concretos? Sí, claro. Hablan de programas como el de estancias infantiles, que era un apoyo importante para madres trabajadoras sin seguro social.

Bueno, pues se modificó, hubo recortes, se cambió por transferencias directas que no necesariamente cubrían lo mismo. Y otro que desapareció fue el seguro de vida para jefas de familia. O sea, sí se ve una contradicción entre el decir que se apoya y dónde se puso el dinero realmente. ¡Híjole! Bueno, pasemos a otro tema, uno todavía más sensible.

La violencia. ¿Qué dicen las cifras oficiales de seguridad que revisaron los autores? Pues mira, el panorama que pintan los datos del Secretariado Ejecutivo es, la verdad, preocupante. Aunque había presupuesto para la Conavim, la comisión esta, para prevenir la violencia, delitos como la violencia familiar crecieron, y crecieron. Superaron los 259,000 casos en 2024. ¡Muchísimo! Sí, y la violencia de género en general también subió bastante, igual que las violaciones.

Y otro dato fuerte, las llamadas de emergencia al 911 por violencia contra la mujer, pues rompieron récords históricos. ¡Qué terrible! Y los números más duros, los de feminicidios y asesinatos, tampoco bajaron. Lamentablemente no. Los feminicidios y los asesinatos de mujeres siguieron en niveles altísimos. De hecho, el promedio anual durante este sexenio fue superior al del sexenio anterior. Y el estudio toca un punto importante. Hay indicios de una posible reclasificación de delitos. ¿Cómo es eso? O sea, cambiarle el nombre a los crímenes.

Algo así. Registrar, por ejemplo, feminicidios como si fueran homicidios dolosos comunes. Esto podría pues estar maquillando la cifra real, ¿no? Haciendo que parezca menos grave de lo que es.

Claro, ocultando la magnitud. Exacto. Y a eso súmale que también aumentaron, y mucho, las desapariciones de mujeres y niñas. Un panorama muy complejo.

Sin duda. Vayamos al tercer punto. El aborto. Ahí sí vimos avances legales, ¿no? La respenalización en varios estados. ¿Cómo lo analiza el estudio? El artículo sí reconoce esos avances. Pero subraya algo. Que fueron impulsados sobre todo por las colectivas feministas, por la lucha en las calles y en los tribunales. Y también por resoluciones de la Suprema Corte. No tanto por una iniciativa clara del presidente, que mantuvo como una postura más bien ambigua. Entiendo. Y aquí, otra vez, ¡pum! El presupuesto.

El dinero para salud sexual y reproductiva, que se maneja a través del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, el CNGSR, ¿qué crees? Me imagino que también bajó.

Se redujo drásticamente. Entonces tienes el avance legal por un lado, pero por el otro, menos recursos para implementarlo. O sea que la despenalización en el papel no se acompañó de un fortalecimiento real de los servicios de salud para las mujeres.

Justo eso. Y por eso persisten problemas muy graves. Las tasas altísimas de embarazo adolescente, la mortalidad materna, que incluso aumentó entre 2018 y 2021, la violencia obstétrica.

La despenalización es un paso enorme, no es duda. Pero el estudio dice que sin presupuesto y apoyo integral, pues el acceso real a un aborto seguro y gratuito sigue siendo muy limitado en gran parte del país. Ok, entonces, juntando todo esto, toda esta evidencia de fuentes claves,