María, ¿qué tal? María, buenas noches.

Buenas noches.

¿Qué tal? Buenas noches. María, ¿cómo estás? Bien.

Sí, bueno, me alegra de escucharte.

Gracias, igualmente.

¿Cómo es? Me alegría de hablar con usted.

Yo también de hablar contigo. Sé que has llamado varias veces.

Sí, sí, sí.

¿Qué me querías contar, María? ¿Me escucha bien? Sí, yo te escucho perfectamente.

Vale, vale. Pues nada, yo, mire, es que yo quería contarle mi caso porque, vamos a ver, yo me casé muy joven, me casé con, para abreviar, no quiero entretenerme mucho porque yo sé que gané mucho tiempo.

De acuerdo, dime.

Me casé, pues, con 17 años.

Sí.

Era mayor que yo, me llevaban a los tratos psicológicos y más también, yo lo quería mucho. A lo largo del tiempo, pues, claro, a fuerza de que no era muy bueno conmigo, marchaban bien.

Sí.

Bueno, pues yo ya con 25 años, con 25 años ya tenía tres hijos, me amenazaba, no me podía, porque me amenazaba.

Sí, sí.

Entonces, pues yo, pues, seguí con él, ¿no? Seguí con él y con 40 años, pues, le di un derrame cerebral.

Sí, ¿y qué le ocurrió? Le di un derrame cerebral, el lado derecho paralizado.

Vaya, vaya.

Y eso, pues, luego cuando le pasó eso, pues, aquí lo dejaba, también malo, enfermo.

Vaya.

Entonces, como que estaba amarrado, estaba bien con él, pero dejarlo, porque mi conciencia no me daba para dejarlo.

No lo podía dejar enfermo, vamos.

Lo que pasa, yo como que no me llevaba bien con él.

¿Con el vecino? ¿Qué? ¿Caíste con el vecino? Eso es.

Sí.

¿Pero caíste una vez o caíste muchas veces? Bueno, caí más veces porque yo sabía que eso que estaba haciendo no estaba bien.

Ya, ya, ya.

Y yo tengo esa cosa, como que no me siento, hombre, no me sentía bien, ¿no? Sí, sí, lo entiendo.

Él tenía a su mujer enferma y la tiene todavía, o sea que su mujer vive.

Mi marido se murió ahora va a ser cinco años porque le entró un...

¿Tu marido llegó a saber esto del vecino? No, no, no.

Pero en vida del marido ya caías con el vecino.

Claro.

Sí, sí, sí.

Ahí está.

Y yo pues estuve por dejarlo muchas veces porque yo caí una vez y yo no quería seguir, ¿no? Como que yo no quería.

Pero ahora este hombre, pues no hay manera de dejarlo.

¿No? Nada.

O sea, te acosa.

Me acosa.

Que si digo de dejarlo, pues se pone a llorar y dice que se va a matar, que va a hacer no sé qué.

Es un hombre libre o está casado? No, él tiene a su mujer pero también está enferma.

Vaya.

¿Y sois vecinos? Sí.

¿Tú quieres seguir con esa relación? Yo no.

Pues no sigas.

Se lo dices claramente, no voy a seguir.

Sí.

Pero si es que lo que pasa es que se pone de esa manera que empieza que si yo te quiero mucho, que si yo no...

Claro, pero tú le quieres a él, María.

Yo creo que no puedo tener relaciones con una persona con la que no quiero estar.

¿Tú no quieres estar con él? Yo no.

¿Él tiene a su mujer? Sí.

¿Tú le quieres a él? Bueno, enamorado o no enamorado, no.

Pero tú no quieres estar con él.

No.

Si no quieres estar con él, significa que no le quieres.

Claro, por eso.

Porque yo a lo primero, pues sí, pero luego después también yo entro en la menopausia, yo no tengo ganas de tener relaciones, que no tengo ganas de tener a nadie, que yo no quiero estar con nadie.

Bueno, pues díselo, María.

Díselo como en un lenguaje que él te entienda.

Se lo dices...