
Ghana. Me persiguen por ser bruja (AMNISTIA + CARNE CRUDA)

Description of Ghana. Me persiguen por ser bruja (AMNISTIA + CARNE CRUDA)
En algunas regiones de Ghana, muchas mujeres son acusadas de ser brujas. Sin pruebas, sin juicio. Haber soñado que lo son es motivo suficiente para desterrarlas y condenarlas a una vida miserable.
Las principales víctimas son mujeres mayores, pobres, con poca educación o alguna discapacidad. Pero también aquellas que se atreven a desafiar los roles de género: mujeres exitosas, solteras o simplemente diferentes.
Escucha sus historias en el podcast "¿Quién dijo miedo?"
Más información aquí: bit.ly/AmnistiaCarneCrudaPodcast
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Hola, ¿qué tal? Hoy, en lugar de derroteros, te ofrecemos el primero de los cuatro capítulos de ¿Quién dijo miedo?, la tercera temporada del podcast de Amnistía Internacional que emitiremos en carne cruda cada dos viernes.
Porque en tiempos de terror global queremos dar voz a los que lo sufren, pero también a los que le plantan cara y necesitan nuestra protección y atención.
El capítulo de hoy se llama Gana, me persiguen por ser bruja, y habla de un país en el que aún muchas mujeres son acusadas de brujería sin pruebas ni juicio y condenadas al destierro o a una vida miserable.
Algunas son mujeres mayores, pobres o con alguna discapacidad.
Otras simplemente mujeres que se atreven a desafiar los roles de género.
Esperamos que te interese tanto como a nosotros.
Esa es la razón por la que hemos decidido emitirlo en nuestro canal.
La mujer que ha sido acusada de brujería llega al campamento.
Puede hacerlo sola o acompañada de algún familiar.
Bajo el brazo trae un ave de corral, una gallina por ejemplo.
La espera el líder religioso para dar comienzo al ritual.
El chamán menciona el nombre de la acusada.
Se lo dice a los espíritus.
Quiere saber si es culpable o inocente.
Literalmente pregunta a los espíritus si es una bruja.
Antes de morir, esta corre por la sala.
Cuando por fin cae al suelo, el líder religioso está listo para dar el veredicto.
Si ha caído boca arriba, la mujer es inocente.
Pero si lo ha hecho boca abajo, es culpable.
Es una bruja.
No somos brujas.
Capítulo 1. Ganas.
Hola, soy Sara Cuesta, periodista.
Y esto es Quién dijo miedo.
El podcast de Amnistía Internacional en el que contamos historias de lucha y activismo en el mundo.
Como en otros episodios, hoy hablaremos también de violaciones de derechos humanos.
Esta vez en Ghana, en África Occidental.
Pero la de este capítulo es una historia que va más allá.
O que tiene que ver con el más allá.
Mi vecino dijo que había soñado con tres personas, pero que de las tres solo pudo ver mi cara y que intenté matarlo en el sueño.
No me quieren el pueblo, por eso me acusó de ser una bruja.
Un día mi sobrina me dijo que me había visto en su sueño siendo una bruja.
El líder religioso estaba interesado en mis hijas.
Todavía iban al colegio, así que rechacé que se casara con ninguna de ellas.
Un día, un niño de la comunidad cayó enfermo y el líder me acusó de provocar su enfermedad.
Y ahí empezó todo.
Estos testimonios son declaraciones reales de Fausia, Buni y Fatma.
Tres mujeres ghanesas a las que hemos cambiado su nombre por privacidad.
No son sus propias voces las que escuchamos.
Ante la dificultad de grabarlas, las representan actrices.
Se les llama brujas.
En este campamento en Kukuo, al norte de Ghana, viven 113 mujeres en una prisión a cielo abierto.
Tras ser acusadas de brujería, fueron desterradas de la sociedad, apartadas de sus familias sin recursos.
Cualquier mujer, cualquier persona puede ser acusada de brujería.
Marta Colomer es responsable senior de campañas en amnistía internacional para África Occidental y Central.
Es algo tan fácil como que alguien venga y te diga, mi hijo ha tenido un accidente con la moto, has sido tú porque yo por la noche he soñado contigo y he ido a ver un guía espiritual y efectivamente me ha confirmado que tú eres la causante de la muerte de mi hijo porque tú eres una bruja.
A partir de aquí, esta persona ya está acusada delante de toda su familia, delante de toda su comunidad y no existe el derecho a la presunción de inocencia.
Las principales víctimas de estas acusaciones tienen un perfil determinado.
Las acusadas de brujería suelen ser mujeres de edad avanzada.
Lamnatu Adam es la directora del ONG Sonthaba, que trabaja en el norte de Ghana por los derechos de las mujeres.
En un estudio reciente que realizamos, la mayoría de las mujeres de los campamentos de brujas son mujeres de edad avanzada.




















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