

Description of Granada en el Tiempo (16/07/2025)
Conociendo la historia de Granada y provincia desde sus inicios en el tiempo
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
A continuación, les ofrecemos Granada en el Tiempo, con Andrés María Droer, aquí en Granada FM, la radio cultural.
Pues no, efectivamente, no estamos viviendo una buena época, y no parece que vayamos a mejorar próximamente.
Una de las cosas que más trabajo cuesta de hacerte mayor, es comprender e intentar integrarte en los cambios que se producen a tu alrededor, de forma casi cotidiana.
Por supuesto, empezamos por los tecnológicos, que suelen estar diseñados por gente joven, que creen en un modelo desnaturalizado, consistente en la valoración de que la novedad es, per se, positiva.
Pero, ni el clip de horquilla de toda la vida, ni el bibliógrafo Vic, que yo sepa, han cambiado mínimamente su diseño desde su origen.
¿Quién no se ha encontrado con frecuencia ante una aplicación que ya conocía, la ha actualizado a una nueva versión, y vuelta a empezar? Cuando me pasan estas cosas, sueño con que finalmente los jóvenes, en la justicia de la vida, esos jóvenes que han diseñado esas nuevas versiones, serán los mayores de mañana, y sufrirán lo mismo que sufro yo también.
En muchas ocasiones es difícil adaptarse a las nuevas modas, pero eso no es de ahora.
No tenemos más que recordar a Cicerón, cuando se quejaba con aquella famosa locución latina de «O tempora, o mores», cómo han cambiado los tiempos y las costumbres, mientras abandonaba la ciudad de Roma, en la que ya no soportaba vivir, ¿por qué? Por ruidosa y sucia.
Por otro lado, hay que tener en cuenta una cosa, la neurociencia, sin embargo, que es una disciplina que está más de moda en el mundo, sobre todo, de esa fricidad inducida y obligada, donde uno no deja de pensar en la famosa obra de 1984, decía que la neurociencia nos invita constantemente a reactivar nuestras neuronas para evitar la degeneración cognitiva.
Característica de unos tiempos donde vivimos cada vez más, más tiempo, valga la redundancia, pero con relaciones sociales cada vez menos profundas, tal vez.
Pero, ¿realmente quién tiene razón? Después de todo, si mantuviéramos algo de la humildad que caracterizaba a la tan denostada ciencia de la Edad Media europea, seríamos conscientes de que cada vez que avanzamos en el conocimiento, nos damos más y más cuenta del valor infinito de lo que desconocemos.
Pero somos animales de costumbres, gregarios y, por tanto, de costumbres de grupo.
Y el grupo se mueve en muchas ocasiones de forma presuntamente aleatoria, como es el caso de la moda.
Es decir, la forma en que nos vendemos nuestros congéneres a partir del físico.
No resultaría nada fácil negar que, en realidad, por la mañana cuando te levantas y te duchas, prácticamente nos disfrazamos de seres distintos, dependiendo de la situación social a la que nos vayamos a encontrar.
De ahí viene una palabra italiana que me encanta, que es trucarsi.
Hacerse un truco, en realidad, que es, como dice el Arrae, es una ardiz o trampa que se utiliza para el logro de un fin.
Vestirse, peinarse, afeitarse, son facetas relacionadas con la necesidad del ser humano de sentirse integrado a partir de la idea de identidad.
Sentirnos miembros de un grupo, de modo que los ornamentos que usamos tienen que ser utilizados como elementos de competencia o de cohesión con los demás, para acercarnos a unos y alejarnos de otros con los que no deseamos ser identificados.
El problema es que cuando nos ornamentamos, nos decoramos de esa manera, lo hacemos con elementos que no suelen perdurar en el tiempo.
La moda, por tanto, es, por definición, perecedera.
Por ese motivo, casi nunca ha sido objeto de estudio en la arqueología, ya que, salvo que se hayan conservado algunas pinturas o representaciones concretas, esculturas, poco podemos decir de las modas del pasado, ya que los restos arqueológicos, en ese sentido, se nos resisten.
Algo distinto podríamos, quizás, decir del mundo romano.
Sabemos del uso de tintes, pelucas, postizos, peines, agujas para el pelo, aceite perfumado, blancadores de dientes, etcétera.
¿Qué nos queda de todo eso? Pues la verdad es que no mucho, sinceramente, pero es por ese motivo que contamos con una investigadora muy especial para mí, que es la que visita en nuestra casa esta noche, Ana Isabel Heredia López, y adscrita del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada.
Buenas noches, Anaís, ¿qué tal? Buenas, Andrés, yo encantada de estar aquí contigo, ya sabes que me encanta debatir contigo, trabajar contigo, siempre es un placer contar contigo para lo que sea y trabajar contigo y...
En este caso, Luisa,















Comments of Granada en el Tiempo (16/07/2025)