Granada en el tiempo 30/07/2025

A continuación les ofrecemos Granada en el tiempo, con Andrés María Adroer, aquí en Granada FM, la radio cultural.

Sin duda que todas y todos conocían a Tucidide.

Su obra, la Guerra del Peloponeso, nos habla de la guerra entre Atena y Esparta, pero en su introducción refiere los antecedentes a esa guerra que fueron las guerras médicas, la guerra contra los persas, la que sostuvieron los griegos contra ellos en la primera mitad del siglo V a.C.

De ahí recordamos batallas tan famosas como la de Maratón, que da nombre a esta disciplina deportiva, a la de Astermópolis, revivida en la famosa película de 300, la de Salamina, que quizás sea el primer combate naval bien documentado de la historia.

En esa introducción, decía Tucidide, en referencia a la conquista y a la destrucción de Atena, que tiene lugar en torno a 480 a.C. por la mano del rey persa Jerjes, cuenta que en un momento determinado los atenienses deciden dejar Atenas libre e irse ellos camino a Salamina, por mar, evidentemente.

Con lo cual se bajan al puerto, se meten en los barcos y se disponen a viajar hasta Salamina.

Y en ese momento Tucidide utiliza una frase que es extraordinaria, que tiene un valor extraordinario para interpretar lo que significa la ciudad en el mundo antiguo.

Tucidide dice textualmente, en ese momento, Atenas está en el mar.

Con esta frase el historiador griego quiso dejar claro la idea que los antiguos habitantes tenían respecto a las ciudades que poblaban.

Lo importante de la ciudad no era la ciudad en sí, no eran los edificios, la estructura urbana, eran los ciudadanos.

Las ciudades sin ciudadanos no eran nada.

Y por eso son los ciudadanos los que se llevan el nombre de la ciudad.

Y si ellos se desplazaban hacia un sitio, con ellos se llevan el nombre.

Es un caso que sucedió en la antigua ciudad que se conserva bajo la actual Albaicín, en la ciudad de Iberri.

Los habitantes decidieron abandonarla hacia el año 600 después de Cristo para sentarse en la falda de lo que hoy conocemos como Sierra Elvira, fundando una nueva ciudad de la que conocemos muy bien su nombre en árabe, Medina Elvira precisamente.

Un buen estudio filológico deja claro que la palabra Elvira es la evolución natural de la palabra Iliverri.

Por lo que está claro que los fundadores de Elvira se llevaron consigo el nombre de nuestra ciudad, de esta ciudad debajo del Albaicín, un nombre que en época romana aún conservaba su origen esperromano, puesto que la palabra Iliverri es claramente de origen ibero.

Algún día traemos en profundidad sobre este tema, muy interesante por otro lado.

Pero lo que quisiera destacar hoy es la importancia de la idea de la ciudad, que integra muchas facetas que en la actualidad parece como si se hubieran diluido de alguna manera.

Los ciudadanos de hoy nos desentendemos mucho de la propia ciudad, de su desarrollo, de su proyección, de su diseño.

Es como si no tuviéramos nada que ver con el espacio donde vivimos y por eso las ciudades ahora son ciudades generalmente muy poco vivibles, muy invivibles.

Para hablarnos de esas ciudades de época clásica, sobre todo de época romana, contamos hoy en nuestros estudios con José Ortiz Córdoba, profesor del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Granada.

Buenas noches, Pepe.

Buenas noches, ¿qué tal, Ernesto? Muchísimas gracias por atendernos.

Nada, a ti por la invitación.

Y compartir con nosotros tus experiencias respecto a las investigaciones en las que eres un referente importantísimo.

Bueno, permíteme que te hable de Pepe.

Creo que los años que hace que nos conocemos me permiten esa familiaridad.

Bueno, Pepe, ¿cuál podría ser hoy el día el interés en conocer las ciudades antiguas? ¿Qué podemos aprender de ellas? Bueno, el interés en adentrarse en el mundo de la ciudad, que tiene muchísimas variables y muchísimas variantes, yo creo que lo has expuesto tú muy bien en la introducción.

Porque a veces cuando hablamos de la ciudad, lo primero que tendemos a pensar es en los edificios, en los espacios públicos o en las calles, que son muy importantes.

Pero a veces dejamos de lado el elemento que yo creo que es central, que es que cuando hablamos de ciudad hablamos de sociedad, hablamos de gente.

Y conocer esa ciudad antigua nos permite acercarnos un poco a ver, en la medida en que la documentación lo permite, nos permite acercarnos a la ciudad.