Gratitud y oracion por la Iglesia

Que le he puesto por título Gratitud y Oración por la Iglesia.

Yo quiero que prestes atención en este tiempo.

Quiero comenzar esta prédica con una historia de una anciana, una mujer anciana o muy anciana ella, cristiana, que adoraba el nombre de Dios, que adora el nombre de Dios y que por la circunstancia de la vida, los años van pasando y hay algo, hay una regla parece que se va cumpliendo y algo que se cumple siempre es que los años pasan y esa familia que cuando nos casamos somos dos, el esposo y la esposa, después se van sumando los hijos, luego llegan los nietos y en muchos casos los bisnietos, hay hermanos que tienen bisnietos, comienzan un momento a la partida, comienza el hecho de que se van yendo y nosotros estamos preparados para un nacimiento, vieron que cuando nace un bebé le ponen bienvenido y le ponen el nombre y demás, ahora se estila, que se ponen frente a una cámara y graban con una bengala, según el color que sale es el chico que van a ser, entonces uno está preparado para este nacimiento, sale el primer diente de ese bebé o el primer paso y estamos haciendo una fiesta, hizo el primer paso y automáticamente reunimos a la familia, decimos el domingo estamos acá porque dio el primer paso mi nene, le salió el primer dientito y le sacamos fotos y se hace una fiesta, pero cuando llega el momento de que la familia misma comienza a irse a la presencia de Dios, esa parte duele, trae mucha controversia en los pensamientos, a uno muchas veces le cuesta superar este trance y esta situación, por eso sin la ayuda del Espíritu Santo nunca podemos salir, siempre es Dios ayudándonos, ¿cuánto entienden? ¿Sí o no? Es el Señor que siempre es el que puede ayudar, pero el tema es que muchas veces cuando se llega a cierta edad, cuando uno ya llega a una cierta edad, los hijos crecen y hacen una familia y es evidente que ellos también tienen su familia, son dos y después llegan a ser cuatro o seis, lo que Dios les haya dado como hijos y comienzan a tener su historia, comienzan a escribir su historia, entonces los padres es como que empiezan a quedar un poquitito más rezagados y hasta el punto que muchas veces hay ancianos que viven solos porque no tienen quien los cuide y siempre hay un dicho que dice, una madre crió a siete hijos, ¿cuánto escucharon esto? O seis hijos crió una madre, pero seis hijos o siete hijos no pueden ayudar a una mamá o a un papá, y es normal que pueda acontecer este tipo de situaciones y sí porque hay una vida que se comienza en este mundo acelerado, se comienza a caminar aceleradamente, los días pasan muy rápido y entonces los compromisos, las obligaciones, la vida misma nos lleva a que muchas veces nos acordamos, hoy no fui a visitar a mamá o no fui a ver a papá y ese papá y esa mamá que tiene cierta edad, que ya está mayor, no tienen los mismos tiempos, sus pasos son más lentos, sus palabras son más lentas, su vida es más lenta y se espera de una manera todos los días que pueda llegar alguien a verlo y siempre sabe que en algún momento alguien la va a venir a ver.

Entonces esta mujer cristiana, ella vivía sola y en esa soledad que tenía de estar viviendo, era un tema muy particular en ella que todos los vecinos sabían que ella, no voy a poner Miriam, pongamos este nombre Miriam, vivía sola, todos sabían y ella siempre esperaba, había un nieto que todos los viernes venía a visitarla, después fue una vez al mes, cada viernes, el viernes de un mes, después era cada dos meses hasta que era un año y después un tiempo que desapareció, pero la abuela siempre lo estaba esperando.

El tema es que viviendo sola también la gente que tiene malos pensamientos y el robo y la delincuencia también están mirando y hubo uno que miró que la abuela vivía sola y esperó, miró todos sus movimientos, sabía cuándo ella iba a comprar, cuándo venía, cuándo entraba.