En este momento hay gran necesidad de expertos en la vida del alma y de un grupo de hombres y mujeres quienes, emprendiendo el gran experimento y la gran transición, añadan su testimonio a la verdad de las declaraciones de los místicos y ocultistas de las edades.
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Nos encontramos en un período de lo más interesante y crucial en la historia racial y planetaria —un período distinto de cualquier otro precedente y por la razón de que el proceso evolutivo ha sido definitivamente exitoso a pesar de todos los fracasos, errores y demoras; de estas últimas ha habido muchas debido a la negativa (curiosa y difícil de entender a ojos de ustedes) de las Energías, concentradas en Shamballa, de imponer la fuerza de la voluntad sobre la materia y sobre la forma hasta el momento cuando pueda hacerse con la cooperación de la familia humana. Esto nunca ha sido posible hasta ahora, debido a la falta de preparación del hombre para la tarea y su ignorancia respecto al Plan. El Señor de Shamballa y Sus Ayudantes tuvieron que esperar hasta que por lo menos los tenues delineamientos del Plan hubieran penetrado en la conciencia de la raza; esto está comenzando a suceder con creciente frecuencia, y día a día más y más hombres y mujeres inteligentes están entrando (o están siendo puestos) en contacto con las emergentes ideas de la Jerarquía.
Por lo tanto, podemos esperar por la constante aparición, gradual y cautelosamente aplicada, de la energía de voluntad del centro más elevado (Shamballa) que se encuentra en nuestro planeta.
Hoy, tantos miembros de la familia humana —en encarnación o fuera de encarnación— han tomado las dos primeras iniciaciones, que la atención de Shamballa está siendo dirigida cada vez más a la humanidad, vía la Jerarquía, mientras que simultáneamente los pensamientos de los hombres están siendo dirigidos al Plan, al uso de la voluntad en la dirección y guía, y a la naturaleza de la fuerza dinámica.
La cualidad, por ejemplo, de la explosiva y dinámica naturaleza de la guerra en este siglo es indicio de esto, pues la energía de la voluntad en uno de sus aspectos es una expresión de la muerte y la destrucción; el primer rayo es el rayo del destructor. Por lo tanto, lo que puede verse ocurriendo es el efecto de la fuerza de Shamballa sobre las formas en la naturaleza, debido al mal uso, por el hombre, de la energía entrante.
La guerra en el pasado, hablando en general y esotéricamente, estuvo basada coherentemente en el atractivo poder de las posesiones y esto ha conducido al carácter agresivo y codicioso de los móviles que han conducido a la guerra. Gradualmente ha estado ocurriendo un cambio y la guerra
últimamente ha estado fundada en móviles algo más elevados, y la adquisición de más tierra y posesiones territoriales no ha sido el verdadero y el principal motivo.
La guerra ha sido inducida por la necesidad económica, o ha sido de la índole de la imposición de la voluntad de alguna nación o grupo de naciones y su deseo de implantar alguna que otra ideología sobre alguna nación o deshacerse de un gastado sistema de pensamiento, de gobierno, de dogma religioso, el cual está siendo un lastre para el desarrollo racial. Esto se está haciendo ahora conscientemente y es una expresión de la fuerza de Shamballa o fuerza de la voluntad, y no es tan definitivamente la fuerza de deseo del pasado.
El séptimo rayo es una de las líneas directas que puede recorrer esta energía de primer rayo y aquí nuevamente hay otra razón para su aparición en este momento, porque, al liberar la vida en las nuevas y mejoradas formas, los viejos modos de vida, de cultura y de civilización tienen que ser destruidos o modificados. Esto es, todo ello, el trabajo del primer Rayo de Voluntad expresándose predominantemente en la época actual por medio del séptimo rayo de Organización y Relación.
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Aquellos con visión pueden ver esto sucediendo hoy en todas partes. El portador de agua (otro nombre del servidor del mundo) está iniciando su tarea auto-proclamada. De ahí el anclaje, en la tierra, del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, cuyos representantes se encuentran en cada país y en cada gran ciudad. Esto, les recordaría, ha tenido lugar sin excepción en cada país y ellos trabajan en todos los diferentes rayos; expresan muchos puntos de vista; su campo de servicio difiere ampliamente y sus técnicas son tan diversas que en algunos casos la comprensión no es fácil para la persona de miras más estrechas. Pero todos ellos llevan sobre su hombro el cántaro conteniendo el agua de vida, y todos ellos emiten la luz en cierto grado en todo su medio ambiente.
A ustedes, que viven y trabajan en este período intermedio y en este ciclo de transición, con todo su resultante caos y trastorno externo, se les da la tarea de expresar constancia, servicio y sacrificio. Estas son las tres palabras que les doy, no tengo ninguna información espectacular que darles, como a veces ha ocurrido. Demasiado de esta información absorbente y novedosa puede conducir a una insensibilidad profundamente arraigada. Ustedes necesitan absorber y actuar sobre la información que ya tienen, antes de que sea evocada de ustedes esa básica demanda por más luz que exige respuesta de aquellos de nosotros que trabajamos dentro de los límites de la Jerarquía. Esa demanda, la esperamos pacientemente.
[Bibliografía: Un Tratado sobre Magia Blanca, Destino de las Naciones (de los libros de Alice A. Bailey por Fundación Lucis)]. www.lucis.org
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14.01.2021
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