Habitación de hotel de Edward Hopper.

Los recuerdo como si fuera ayer el día que aquella mujer llegó a nuestro hotel con su vestido estampado de flores su sombrero oscuro de que te años veinte ajustado la cabeza que dejaba ver su pelo rubio corto peinado con ondas parecía una mujer cansada y solitaria una de estas mujeres de las que no se puede decir cuánto tiempo llevaba viajando a de dónde venía ni a donde iba una de estas mujeres cuyo rostro no recuerdas pero que nunca olvidas d buenas noches señora que desea de sería una habitación para esta noche le recomiendo las de la primera planta porque con el calor que hace esta noche las habitaciones son más frescas se lo agradezco mucho su habitación es la ciento unos botones le acompaña este maletín rojo y la maleta marrón son todos su equipaje si me gusta viajar ligera de equipaje solo me quedaré esta noche la habitación que le habíamos dado era pequeña las paredes serán blancas y desnudas el suelo en moqueta de un color verde apenas cabía la izquierda una cama sencilla con el me hicieron los pies de madera liza al fondo de la habitación a la izquierda a los pies de la cama un pequeño sillón verde en la pared del fondo una ventana con el marco marrón unas cortinas blancas y un estar amarillo marcaban el mejor de la noche poniendo una nota de color en aquella habitación a la derecha una cómoda en la pared el botón es dejar las maletas al pie del sillón la mujer busco en su bolso y le dio una propina en antes de irse abrir la ventana y una ligera brisa centro en el cuarto se despidió de ella con un gesto y cerró la puerta trasera la mujer miró a su alrededor se quitó no está patos de medio tacón tirando los delante de la cómoda y dejó el sombrero encima de la misma se desarrolló el vestido casi sin darse cuenta y lo dejó caer dejando al descubierto su ropa interior de color salmón recogió el vestido del suelo distraída en sus pensamientos y sin darse cuenta los dos blog sobre el brazo derecho del sofá se quedó quieto quieta un momento un poco confundida como si no supiera donde estaba o que tuviera que hacer después de unos instantes se acercó a coger su cartera saca un papel y despacio se sentó en el borde derecho de la cama con los hombros caídos y la cabeza hacia abajo con el rostro sombra nunca supe lo que ponían a que el papel pero la imagen de aquella mujer sentada en la cama y sin rostro no se ahorrará de mi mente