A lo mejor algunos de sus hijos-as o nietos-as han pedido en estas ya pasadas y casi ya olvidadas fiestas navideñas a Papá Noel o a los Reyes Magos un osito, un perrito, un gatito... de peluche, y muy seguramente tanto uno como otros han sido espléndidos y por ende generosos a quién se lo han traído. Pero, es un tanto posible que en vez de ser un objeto inanimado les hayan obsequiado con uno de verdad. Entonces, muy seguramente en su casa habrá habido tanto en un caso como en otro un gran alborozo, pues en el fondo lo anhelaban. Yo estoy prácticamente convencido, que si hubiera sido una gallina, un conejo o un cordero de verdad la decepción hubiera sido enorme, ya que no sabrían como alimentarse y mucho menos buscar un sitio adecuado para que él-ella se sintiera cómodo-a y por ende feliz. Este fue el caso de Valentín, ya que es juntamente con su madre los genuinos protagonistas de una maravillosa novela: "HAY QUE SALVAR A CARMELO", que fue galardonada con el XII Premio Ciudad de Málaga de Literatura Infantil. La ha escrito el magnífico creador literario AGUSTÍN SÁNCHEZ AGUILAR. La ha ilustrado el sensacional ilustrador ALBERTO DÍAZ. Está editada y publicada amigos y amigas internautas y oyentes de nuestras "Letras Encadenadas" por la formidable editorial Anaya en su fenomenal sección Infantil y Juvenil. A Valentín lo que realmente le regalan los muy sabios Magos de Oriente un chancho. que es una palabra argentina cuya equivalente en España es "cerdo". Valentín al principio está muy decepcionado al igual que Romina, su madre. Él le escribe muchas cartas a los Reyes Magos para sacarles de su craso error, pues el quería uno de peluche y no de verdad. El caso es que... les invito a que sigan con su historia. AGUSTÍN SÁNCHEZ AGUILAR crea muy genial y talentosamente bien de un simple regalo una serie de peripecias y divertidas aventuras con el chancho a quien llama Carmelo. Un nombre la verdad no muy habitual. Carmelo les demuestra que es un animal muy dócil, leal y muy inteligente. Tanto como por ejemplo un perro o un gato. Llega a tener una gran compenetración y complicidad con Valentín. Este le llega a considerar como su mejor amigo. AGUSTÍN SÁNCHEZ AGUILAR nos demuestra que hasta un animal más de las dehesas o de las granjas puede ser una muy buena compañía en una casa. Les pongo el ejemplo de la utilización como mascota que convierten a los cerdos vietnamitas. También que la fidelidad, la lealtad, la amistad y el amor es algo que nunca, nunca se ha de perder. Es decir, la pervivencia de esos preciosos valores que desgraciadamente están desapareciendo mucho más rápidamente de lo que creemos, en detrimento por desgracia de la mentira, la envidia, la hipocresía y la violencia. Por otro lado, las vivencias de Valentín con Carmelo son un dechado de alegrías y penas casi a la par, o sea como nuestra misma existencia. Estas son reales y verosímiles. Dentro de la pura y propia ficción de la narración esta es enteramente real y convincente. Yo les puedo decir que fui testigo de la crianza hace bastantes décadas del siglo pasado de una cordera a la que llamaron Juana. Ella cuando se hizo muy grande tuvieron que regalarla a un pastor de un pueblo de la provincia de Toledo. Sus genes se traspasaron a muchos-as corderillos-as. Es decir, el criar un animal de las características de Juana o de Carmelo no resulta ni mucho menos inverosímil actualmente. No lo era cuando yo era un niño como Valentín. Ni Valentín, Romina y Carmelo están solos, pues le acompañan personajes tan peculiares como el Chinche, Jeremías, Escarlata Morales o el señor Laurencio y el señor Sergio, que hacen a las peripecias y por ende aventuras más divertidas-estoy convencido de que se reirán a mandíbula latiente- e intrigantes, pues desde el principio y en pleno transcurso de estas no se sabe ni por asomo como va a acabar cada una de ellas, y cual va a ser por consiguiente el destino de Carmelo. Además, la ternura está muy presente. Les digo por otro lado que no todas las historias infantiles acaban con el archisabido "y fueron felices y comieron perdices" ¿Será esta una de ellas? ¡Ah! Eso descúbranlo ustedes por sí mismos. Con respecto a su lectura es tremandamente amena, ágil y entendible. Su léxico es muy sencillo. Con referencia al ritmo es ágil, fluido y vibrante. El estilo nos muestra esos valores de los que antes les he hablado. Sus hermosas ilustraciones se las muestran. También en este estilo tan depurado vemos que a los niños-as las personas mayores no se las dan ni con queso, pues se den perfectamente cuenta de lo que ocurre a su alrededor. Yo sin lugar a dudas se le recomiendo. Estoy plenamente convencido de que van a disfrutar y carcajearse más de lo que ustedes al principio se puedan creer. "HAY QUE SALVAR A CARMELO" de AGUSTÍN SÁNCHEZ AGUILAR. XII PREMIO CIUDAD DE MÁLAGA de Literatura Infantil Ciudad de Málaga. Ilustrada por ALBERTO DÍAZ y editada y publicada por la editorial ANAYA en su sección Infantil y Juvenil tiene un muy destacado sitio en unos de los preeminentes y lujosos estantes de la biblioteca radiofónico-sonora en por supuesto "Letras Encadenadas".
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