HECHOS DE GOMA con Hugo Julian 23-4-2025

Con sombras que mueren al sol, sin encontrar el día...

Buenas tardes, aquí estamos una vez más haciendo un programa de Hechos de Goma desde los hermosos estudios de Ecomedios en la valle Al 900.

Con la felicidad de siempre, con la alegría de siempre, pero bueno, con una tristeza marcada dentro nuestro porque se nos ha ido nuestro amado Papa Francisco.

Así que bueno, es un golpe que hay que asumir, seguramente para nosotros que somos cristianos sabemos que está en el mejor de los mundos, recibiendo el abrazo del Padre y el cariño de Dios por todo lo que ha hecho acá en la Tierra.

Pero bueno, es inevitable, nosotros somos humanos y el dolor es dolor.

El dolor siempre está, por un tiempo, aunque tenemos ese consuelo enorme de saber que está viviendo el mejor tiempo de la vida, que es esa vida espiritual, ¿no? ¿Cómo te va, Aguito? Y así es, tal cual lo decís.

Yo creo que para nosotros que tenemos la gracia de tener esta fe, sabemos que hay algo más después de la muerte, ¿no? Que la muerte en realidad es el comienzo, ¿no? Ahí empieza, como lo vivimos este fin de semana casualmente en la Pascua, y que él vivió su Pascua, su última Pascua en vida, y sin embargo ahora está viviendo su Pascua, ¿no? Y creo que deja un montón de cosas.

No es un papado que va a pasar desapercibido.

Me parece que hizo tantos cambios, revolucionó tanto, que esto me parece que recién empieza.

Una profunda sencillez, y la palabra yo creo que cabe justo, ¿no? Una profunda sencillez, porque él, ante situaciones que para la Iglesia eran absolutamente incómodas, siempre salió con una gran comodidad.

Cuando él tuvo ese encuentro con los trans, con la comunidad LGTB, y que ellos le decían a mí, yo no puedo llegar a Dios, y tengo un montón de sacerdotes que no puedo llegar a Dios, son infiltrados esos, esos son infiltrados.

Porque, digamos, ¿quién te puede decir a vos que Dios no...? Son todos criaturas de Dios.

Claro, todos son.

Entonces, con eso que parece tan sencillo, revolucionó a la Iglesia, y mucha, mucha cantidad de gente.

El otro día lo escuchaba el director de perfil, ahí se me va el...

¿Cómo se llama? Fontevecchia.

Fontevecchia.

Y dice a mí, que yo siempre fui criado con padres católicos, y sacerdotes y obispos siempre en mi casa, en un momento o dos me había agarrado una crisis.

Entonces yo decía que yo era ateo.

Hasta que una monja un día le dijo, no, vos no podés decir que sos ateo, de última decís que sos agnóstico.