Hechos y dichos memorables (XXI) - Archivo pretoriano 22

Una vez más abrimos el archivo pretoriano la sección en la cual te leo obras clásicas autores clásicos una sección que como aquel que dice ha empezado hace nada solo llevamos una obra la obra de valerio máximo los hechos y dichos memorables con una pequeña interrupción en el programa anterior para leer la primera filípica de cicerón una lectura las filípicas que volverán la segunda es larguísima volverán pero hoy he dicho vamos a volver a madrid lo máximo nos apetece porque desde junio casi casi que no leemos a valerio máximo y lo hemos dejado ahí en el libro octavo capítulo once pero antes quiero recordarte que tienes hasta el día tres de noviembre para votarme en los premios y vox de la audiencia para mejor podcast de historia te dejo el enlace la inscripción para que me votes porque en estas elecciones en este certamen cualquier voto cuenta aquí si por ejemplo el año pasado fui segundo pero por así de memoria te lo digo por cuatro cinco votos la cosa está reñida no pienses que bueno ya votan los demás o no vota por favor te necesito te necesito y mira voy a colocar en la silla de nuevo voy a poner cómodo para empezar ya a leer en esta sección para la guardia pretoriana estamos en confianza tuyo muchas gracias por formar parte de esto muchas gracias por ayudarme y sin más dilación ya no me enrollo más empezamos con el capítulo once del libro octavo de los hechos y dichos memorables de valerio máximo que se titula sobre los poderosos efectos de las artes podemos admitir que los efectos de las artes proporcionan también cierto placer y ahora mismo quedará de manifiesto cuán provechosa fue su invención saldrán a relucir aquí algunos hechos dignos de mención y no quedará sin fruto el esfuerzo por haberlo revelado el enorme entusiasmo con que sulpicio galo asimilaba todos los ámbitos del saber resultó de gran utilidad para la república en efecto cuando era lugarteniente de lucio paulo en la guerra que este libraba contra el rey perseo de macedonia en medio de una noche serena se produjo de repente un eclipse de luna nuestros ejércitos aterrorizados ante aquello como si de un monstruoso portento se tratase desconfiaron de trabar combate contra el enemigo pero galo con una habilidosa descripción del sistema celeste y de la naturaleza de los astros los mandó de nuevo a combatir con ardor así fue como la inmensa culto de galo abrió el camino de aquella célebre victoria de paulo ya que sígalo no hubiese vencido el miedo de nuestros soldados su general no habría podido vencer al enemigo también los conocimientos de purina en materia de interpretación de los presagios divinos se mostraron más efectivos de lo que la ciudad de roma hubiera deseado había profetizado a cayo julio césar que se guardará como si de días fatales se tratase de los siguientes treinta días el último de los cuales se correspondía con las idus de mar hizo como la mañana de ese día ambos habían coincidido casualmente mientras visitaban a calvino domicio césar preguntó a purina no sabes qué ya han llegado los idus de marzo a lo que es purina contexto y tú no sabes que aún no han pasado el uno ya había desechado todo temor como considerando que el momento de peligro había pasado el otro pensaba que ni siquiera los últimos instantes de aquel día estaban exentos de riesgo ojalá ojalá la luz pizza se hubiese equivocado en su augurio y no el padre de la patria en su convencimiento cuando por un inesperado eclipse de sol atenas quedó sumida en una insólitas tinieblas y sus habitantes apesadumbrados ante la conviccion de que aquel portento del cielo les anunciaba su final pericles compareció ante el pueblo y expuso todos los conocimientos que de su preceptor las ágoras había adquirido en relación a los movimientos del sol y de la luna no permitió que sus conciudadanos siguiesen atemorizado ante un miedo infundado y es más cuánto honor no creeremos que tributo a las artes el rey alejandro quiso que sólo apeles lo pintara y sólo lisipo esculpió a su efigie en atenas el vulcano de alca menes el discípulo predilecto de fidias deja maravillado a quien lo contempla entre otros muchos