
Hernán Dobry @HernanDobry (Periodista Argentino en España) En La Trinchera @trinchera_en

Description of Hernán Dobry @HernanDobry (Periodista Argentino en España) En La Trinchera @trinchera_en
Hernán Dobry @HernanDobry (Periodista Argentino en España) En La Trinchera @trinchera_en
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Y Hernán Dobri está en Jerusalén seguramente viviendo un momento para él muy particular, es muy doloroso, lejos está de ser una recorrida turística sino periodística, profesional, emocional. Israel ha sido atacado, ha sido invadido en parte de su sector, está en guerra y lo que ha ocurrido es un desastre, sin lugar a dudas, y allí está Hernán para contar los detalles, insisto, más allá de lo periodístico, de lo personal, de lo vivido personalmente, no emocionalmente, a lo largo de estos días. Hernán querido, es un gusto verte, ¿cómo vas? ¿Cómo estás Gustavo? ¿todo bien? Muy bien, muy bien, allí te vemos, en uno de los lugares más importantes del planeta, en uno de los lugares simbólicos y espirituales del mundo.
Así es, aquí atrás mío tengo el muro de los lamentos, atrás está la esplanade de las mezquitas, no se llegan a ver las cúpulas, pero están aquí atrás y a pocos metros de aquí está el santo sepulcro, o sea, en este lugar se conjugan las tres religiones monoteístas y es uno de los lugares más sagrados de la tierra, y tiene una espiritualidad que hasta el más agnóstico se moviliza en lugares como éste, vemos atrás tuyo antes de meternos, pero para explicar el plano, el muro está detrás y allí hay como una suerte de corralito donde la gente muy correctamente va esperando su turno para poder acceder allí y estar unos minutos.
Exacto, y si ves arriba mío, hacia mi izquierda, a mi derecha, ves como un camino marrón, ese es el acceso a la esplanade de las mezquitas, o sea, si uno quiere ingresar, tiene que subir por ese camino y tiene la puerta de ingreso para poder visitar la esplanade de las mezquitas, porque dentro de las mezquitas no se puede ingresar si no sos musulmán, así que uno puede recorrer toda la parte exterior, cuando obviamente no es en horario de rezo, sino en festividades como el ramadán.
Bueno amigo, te escucho, sé que insisto, más allá del trabajo profesional, te ha tocado mucho en lo humano, en lo personal esta recorrida, así que te escucho, quiero conocer tu experiencia. Como decías al principio, lejos de ser una visita turística, esta fue una posibilidad de conocer Israel de una forma muy diferente, de cómo está viviendo la población y el país en general.
Bueno, no solo la guerra actual que está librando contra el grupo terrorista Hamas en la franja de Gaza, y también todavía en el Líbano, contra también el grupo terrorista Hezbollah. Tuve la posibilidad de visitar aquellos lugares que fueron atacados a partir del 7 de octubre, tanto en el norte como en el sur del país.
La posibilidad de ir y ver con mis propios ojos todo lo que había visto en imágenes y en televisión y que habían relatado tantos. Nosotros tuvimos la posibilidad, fuimos un grupo de periodistas europeos y estadounidenses invitados por la Asociación de Prensa Israelí-Europea para ir, por ejemplo, al Kibbutz Faraza, que es uno de los que ha sufrido el ataque de Hamas el 7 de octubre.
Y las sensaciones... A veces cuesta encontrar palabras para poder describir lo que uno ve ahí.
A mí, que tuve la posibilidad de visitar muchos campos de concentración y de exterminio nazi en Polonia, en Alemania, en diferentes partes de Europa del Este, la sensación que sentía era la misma. O sea, esa angustia, esa desolación y esa pregunta nunca respondida, ¿no? Es como un ser humano puede planificar y llevar a cabo una matanza como esa, con la hazaña, con la brutalidad, con el odio que se llevó a cabo todo eso y todo lo que hemos visto, las violaciones, las decapitaciones, descuartizaciones de cuerpos, quemados vivos...
O sea, todo lo que hemos visto y lo que todavía no sabemos qué pasa en los túneles de Gaza, caminar por esos lugares y poder hablar con gente que había sobrevivido a toda esa masacre y que volvió a vivir porque ese es su lugar. Y es lo que te dicen, este es mi lugar. Yo viví acá, nací acá, me crié aquí y no tengo otro lugar para ir. Pero al mismo tiempo tenés que convivir con todo eso que salís, das la vuelta y a 100 metros de tu casa están todavía las casas quemadas, destruidas, desmanteladas...