

Description of Hija de Marte, Robert Heinlein (05/14)
Nuestra Lolita interplanetaria sigue su viaje. HIJA DE MARTE, escrita por ROBERT HEINLEIN. Una novela de 14 episodios que entregaré semanalmente en exclusiva para los Fans de la nave. 🚀
Marte es un tópico en la ciencia ficción (en el mejor sentido de la palabra), pero cuando un ser humano nacido y educado en Marte desciende a la Tierra de la mano de Heinlein, podemos prepararnos para una crítica mordaz, imaginativa y poco indulgente con los prejuicios de la sociedad terrestre, y más cuando la protagonista, Podkayne, es una especie de Lolita interplanetaria, de inteligencia precoz y sin pelos en la lengua.
Si no conoces a Robert A. Heinlein, estás perdiendo a uno de los escritores de ciencia ficción más importantes del siglo XX, junto a Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Considerado uno de los «tres grandes» de la edad de oro del género, su obra abarca clásicos indiscutibles como 'Tropas del espacio' , 'Forastero en tierra extraña' o 'La luna es una cruel amante' , entre otras.
Además, su historia corta 'Todos vosotros, zombies' fue llevada al cine con el título 'Predestination', dirigida por Michael y Peter Spierig. Si lo desean, pueden escuchar el relato completo en este mismo podcast:
Predestination: https://go.ivoox.com/rf/69330975, un relato de R. Heinlein
🎙
¡Únete a la nave de Historias para ser Leídas y conviértete en uno de nuestros taberneros galácticos por solo 1,99 € al mes! Al hacerlo, tendrás acceso a lecturas exclusivas y ayudarás a que estas historias sigan viajando por el cosmos.
🖤Aquí te dejo el link directo para apoyarme: 🍻 Recuerda que ahora también todos los fans pueden escuchar los episodios desde Spotify vinculando su cuenta de Ivoox.
https://www.ivoox.com/support/552842
¡¡Mención especial a los taberneros galácticos por todos vuestros comentarios y por el apoyo recibido!! GRACIAS! 🚀
📌Más contenido extra en nuestro canal informativo de Telegram: ¡¡Síguenos!! https://t.me/historiasparaserleidas
Voz y sonido Olga Paraíso, música epidemic sound con licencia premium para este podcast.
BIO Olga Paraíso: https://instabio.cc/Hleidas
PODCAST creados por OLGA PARAÍSO
🚀Historias para ser Leídas https://go.ivoox.com/sq/583108 disponible también en Spotify para los Fans.
☕Un beso en la taza https://go.ivoox.com/sq/583108 y en Youtube: https://youtu.be/hQfUWte2bFU
📚 ¡Mi primer libro ya está disponible en Amazon! 📚
Lo puedes encontrar en formato bolsilibro tapa blanda, Ebook, y muy pronto también en tapa dura con un tamaño más grande.
Crónicas Vampíricas de Vera 👉 https://amzn.eu/d/1Q4PWUY
¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/552842
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Evox Originals presenta Historias para ser leídas.
Un podcast de ciencia ficción, terror y fantasía dirigido por Olga Paraiso.
Ficciones sonoras con las que podrás sumergirte en otra realidad.
Hija de Marte. Capítulo 5. Clark mantuvo constantemente cerrada la puerta de su dormitorio durante los tres primeros días que viajamos en el tricornio.
Lo sé porque intentaba abrir cada vez que él salía de la suite.
Al cuarto día olvidó sus precauciones. Había salido a hacer un recorrido turístico por la nave con un grupo que visitaría las secciones a las que no suele permitirse la entrada de pasajeros.
Presumiblemente ello le ocuparía una hora. A mí no me importó demasiado porque para entonces ya disponía de mi servicio de escolta especial. Tampoco tenía por qué preocuparme por el tío Tom. Claro que él no se había unido al recorrido, eso habría violado sus reglas en contra del ejercicio físico, pero ya se había hecho con algunos compañeros de pinacle y estaría con toda seguridad en la sala de fumadores.
Las cerraduras de las habitaciones no son imposibles de forzar, sobre todo para una chica equipada con una lima de uñas y esto y lo otro, cositas tomadas de la oficina del sobrecargo. ¿Estoy hablando de mí? Por supuesto. Pero descubrí que no tenía que forzar la cerradura. Por lo visto la llave no había girado del todo.
Lancé el convencional suspiro de alivio y calculé que ese feliz accidente me daba por lo menos una ventaja de 20 minutos sobre el horario previsto. No contaré el registro con todo detalle, pero sí puedo presumir de que ni el Departamento de Investigación Criminal lo habría hecho de un modo más lógico o más rápido estando limitado como yo a usar las manos desnudas por carecer de todo equipo.
Tenía que ser algo prohibido según la lista que nos entregaron en Deimos y yo había conservado y estudiado cuidadosamente mi copia. Tenía que tener una masa ligeramente superior a los tres kilos. Debía ser grande y con una forma y dimensiones tan reveladoras que mi hermano se había visto forzado a ocultarlo en el equipaje.
De otro modo, estoy segura que habría intentado pasarlo de contrabando en su propia persona, confiando serenamente en su edad, en su aire de inocencia y en la compañía del tío Tom. De lo contrario, jamás habría corrido el riesgo calculado de ocultarlo en mi maleta, pues no podía estar seguro de recuperarlo sin mi conocimiento. ¿Cómo podía predecir con exactitud que yo me iría inmediatamente a dar una vuelta por la nave sin detenerme siquiera a deshacer las maletas? Bueno, el caso es que acertó, aunque a mí se me ocurriera de repente. Pude admitir, aún a pesar mío, que Clark es capaz de adivinar lo que voy a hacer casi con toda seguridad. No hay que subestimarlo como enemigo, sin embargo, por seguro que estuviera de sí mismo, aquello seguía siendo para él un riesgo calculado.
Resumiendo, grande, bastante pesado, prohibido, pero aún ignoraba qué aspecto tendría y había de dar por sentado que cualquier cosa que cumpliera los dos primeros requisitos estaría disimulado hasta parecer algo inocente. Así pues, a trabajar. Diez minutos más tarde comprendí que debía estar en una de sus tres maletas, lugar que yo había dejado a propósito para el final, por parecerme el más improbable.
El camarote de una nave espacial tiene muchos sitios aptos para esconder cosas, cajones, piezas desmontables, etc. Pero yo había practicado con sumo cuidado en mi propia habitación y sabía qué lugares valía la pena abrir, cuáles no podían abrirse sin las herramientas adecuadas y cuáles era mejor no tocar, so pena de dejar señales indudables de haberlo hecho.
Comments of Hija de Marte, Robert Heinlein (05/14)