

Description of El hombre elefante
En el programa Ágora hicimos nuestro particular homenaje al recientemente fallecido David Lynch. Nos adentramos en una de sus primeras películas, "El hombre elefante", de la cual extraemos toda la ciencia, la medicina y la "conciencia" de la historia. Terrible en muchos momentos. Esperanzadora en otros.
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En Aragón Radio, Ágora, con Marcos Ruiz.
Muy buenas, bienvenidos, bienvenidas. Hoy abrimos un poquito las ventanas que entre aire fresco. Vamos a aprender cosas, a conocer con mayúsculas, de la mano de la divulgación, de la mano del cine. Ciencia y cine en nuestro Ágora. Vamos a extraer la investigación, la ciencia, el conocimiento de una película, de una película de David Lynch, el cineasta recientemente fallecido, el gran cineasta, icónico, especial, único.
Y bueno, aunque en todo esto, ya lo saben ustedes, lleva la batuta Javier Millán, he estado buscando por ahí y he encontrado una entrevista publicada en distintos medios como Le Inrocutibles, que juega con lo de incorruptibles pero con el rock, en esa revista y en Rolling Stone, más conocida en estas revistas, publicada hay una entrevista en la que se destacaban estas palabras del cineasta. Para mí los científicos son como detectives. Bueno, pues esto promete, esto promete, así que abrimos las ventanas, no, mejor subimos el telón de nuestro Ágora.
Es que él lleva la batuta porque le concedemos toda la libertad del mundo, le decimos crea a tu manera Javi y a veces hay que sujetarlo un poco. Javier Millán, muy buenas, bienvenido.
Muy buenas, oye, me ha encantado lo de detectives, también lo somos nosotros un poco, ¿no?, yo creo. Sí, sí, sí, sí, desde luego que sí. ¿Me dejas que te lea? Sí, sí, sí.
Que les lea a los amigos y amigas de Ágora, que ellos son los realmente importantes, un fragmento de lo que decía Lynch en esa entrevista, por la parte que nos toca más a nosotros, por supuesto el cine, pero por supuesto y por encima de todo la ciencia. Y decía Lynch, me encanta Kafka, un contemporáneo de las teorías de Einstein.
Para mí los científicos son como detectives, hurgan e investigan en las entrañas profundas de nuestro mundo material y ven allá cosas increíbles y vuelven con la excitación incomparable de haber hecho un gran descubrimiento. Cuando filmo una película me siento como un científico de la condición humana. Practico la ciencia de las atmósferas, de los humores, de las sensaciones, de la mirada y de la orquestación de las secuencias. Pero no soy un científico que siente.
A esas leyes de la estética o de la naturaleza que yo siento, es el científico el que las conoce intelectualmente. Algunos directores son más intelectuales y analíticos que yo, decía Lynch. Pueden articular su trabajo, explicar por qué hacen esto o aquello, y yo encuentro ese acercamiento demasiado frío. No quiero diseccionar mi trabajo porque temo que se convierta en una fórmula.
Y no se puede hacer cine con fórmulas, porque hay demasiadas posibilidades y las combinaciones son infinitas. Sin las teorías de Einstein, Kafka no se habría puesto a reflexionar sobre el tiempo y no habría tenido esas ideas para sus historias. Muchos descubrimientos científicos son materia prima para la ficción y para la imaginación. ¿Cómo puedo continuar después de esto? Me ha encantado, me ha encantado.
Es que bueno, eres cineasta, tío. Sí, sí, sí. Y Devin Lynch se confirma de que es uno de los nuestros. Bueno, era uno de los nuestros. Totalmente. Qué bonito. Sí que es cierto que el trabajo de hacer cine no es una ciencia exacta, porque nunca tienes en las manos el sentido del éxito. Es algo muy difícil. Con la ciencia puedes acertar un poquito más. Con el cine ya es más difícil.
Pero es verdad que el cine está basado en un mecanismo que se tuvo que descubrir. A ver, es que ciencia es todo. Y el cine puede utilizar la ciencia como herramienta, pero luego somos mucho más que ciencia y naturaleza. Somos mucho más que ciencia y naturaleza. El componente humano, creativo, es nuestra condición para modificar esa naturaleza que describe a la gente.