Homenaje a Carmen Bruyel

Buen día de todo día para mí y para muchos que hacemos radio.

El pasado jueves, el Día Internacional de la Radio, tuvo para mí y para muchos un nombre singular.

Carmina Bruyel, una de las grandes voces de la radio, apagaba el receptor para ir a celebrar el día en la otra sintonía, la que tiene una frecuencia eterna y con número infinito de dial.

No llegué a tiempo para dedicarle este joyero.

Va por ti, por tanto, Carmina, y gracias por tu amistad.

Seguramente que con su sonrisa y desparpajo de siempre, ya me estará diciendo venga, no perder más el tiempo y ponle otras joyas a este comentario que falta le hace.

Pues allá vamos, compañera y amiga.

Seguro que hoy desde el otro lado de la pecera me inspirarás.

Gracias, Carmen.

No sé por dónde ir, señores, si alistarme al ejército europeo que pretende Zelensky contra Trump y el Putin o viajar hasta China, donde ríen las ocurrencias de Zelensky.

El presidente ucraniano al que Trump acusa de haber empezado la guerra.

Si tú primero agredir a mi Putin, dice, dice Trump.

Macron organiza una grande cumbre y otra y otra para plantar cara al resto del mundo, a saber en Rasputín y el patito Trump.

Ahí es nada.

Mientras rusos y americanos se reunían para decidir sobre lo que hay que hacer y ningunear desde Arabia las cumbres de Macron que finalizan sin fumata blanca.

Está la cosa cruda y el desaguisado mundial que nos acecha no lo arregla ni Sánchez viajando a Kiev otra vez, ni Alvarez, ni Úrsulas, Bonderlayers, ni filósofo político que se nos aparezca.

Y por supuesto, tampoco lo va a arreglar Trump ni Putin.

Por aquí en la Francina, la secretaria general del PSI, siempre Marias.

Au, es que no se ha presentado a demás.

Claro, los de al lado saben que si se mueven al lado de Francina, no saldrán en la foto finish.

Esto suele pasar en las mejores casas políticas.

Y hablando de políticos, me cuentan que un político de izquierda suele haba de hacer a Felicia afiliación vaginal para su partido.

Félix Tropicador será posible monedero.

Montero y Yoli siguen tuya, mía, Sánchez, que gesticula cada vez más.

Va como acelerado.

Será consecuencia de la modo, de la moto, no que van como una moto.

La maldición sobre las familias que no tienen casa ni cobijo decente sigue acechando y multiplicándose.

Ni siquiera quedan casas o pisos para la ocupación.

Deporte de supervivencia que cuenta con el visto bueno de las leyes españolas y el de los políticos que sólo saben poner parches, paños calientes u otras fórmulas que no arreglan nada ni ni a los ocupados ni a los ocupas.

No hay derecho, señor juez de la Constitución.

Póngale cascabel al gato.

Manden parar este desaguisado.

Otras incidencias permitidas son las que corregidas y aumentadas sitúan los alimentos básicos por las nubes.

Sigue llegando pateras.

Benvinguts los robos en aumento.

Las regresiones también.

La escasez del agua nos va a ahogar este próximo verano si no lo solucionamos.

No le digo y si no llueve, sobre todo no le digo, señor juez, cómo se ha puesto la energía eléctrica en rampa.

La factura de calambres da calambres a la cartera.

Los sueldos no llegan pese a los esfuerzos de Yoli en aumentarlos y mucho menos llegan en Cataluña, donde el señor Turull de Junts exige al gobierno un aumento del SMI mucho más alto que en el resto de España, porque la vida en Waterloo, digo en Cataluña, está mucho más cara, dice el señor Turull.

Señor juez, oiga.

Lo siento, señor Martínez.

El juez se ha dormido.

Pues nada, va un día todo día.