Horror De La Noche Horror De La Noche miércoles 12-02-2025

Abre tu mente. Respira profundo. Permite el traslado dimensional de aquellos que ya han partido.
Estás a punto de ingresar al horror de la noche.
Dios de amor, de luz y de bondad.
¿Tú qué dices a tu siervo servirte en sufrimiento y penosa enfermedad?
Te rogamos le concedas que así como ha compartido el sufrimiento de tu hijo, disfrute también el premio de su gloria.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Y estamos llegando, estamos comenzando. Esto ya es el horror de la noche.
Y les agradezco que nos acompañen, les agradezco que nos escuchen.
Escuchen, como les dije anoche ya para despedirnos, que hagamos este ratito.
Y pues, bienvenidos sean. Saludos a la familia.
Mares dueñas que nos acompañan noche a noche, la verdad, y es un verdadero gusto saber, por ejemplo, que ellos nos acompañan.
Pero sabemos que hay mucha gente, mucha gente que nos acompañan, que nos escuchan.
Y aunque no hacen ruido, sabemos que están ahí enfrente de la bocina.
Y pues hacen este ratito.
Retomando de la Colonia Estrella.
Nos preguntaban, ayer compartí, recompartí la historia que nos hizo favor de hacernos llegar hace poco, relativamente poco, les digo.
No sé, quizá un par de meses, tres meses, tal vez.
La señora que nos ha estado llamando y que sabemos que nos acompaña.
Pero hay anécdotas que tienen más tiempo, de allá de la Colonia Estrella.
Y agradezco, aquí las tengo, y pues, si hay oportunidad las comparto. Buenas noches.
Eh, buenas noches también.
Señor Najera, buenas noches.
Ah, sí, aquí está usted, por esas órdenes.
Excelente, ¿cómo ha estado?
Bien, de repente ha andado malillo, ya ve que tengo eso del tiroides.
Ajá.
Pero no, pues ya ve que me controlo.
Qué bueno, qué bueno.
Pues que, tuve la suerte de casi escuchar el inicio del programa y dije, ahorita hay oportunidad de marcarlo.
Ajá.
Porque a veces no, a veces, tanto yo tengo trabajo como usted también invadido de llamadas.
Sí.
Pero aquí estamos a sus órdenes, siempre, siempre escuchándolo, siempre que puedo.
¿Cómo ven?
Excelente.
Mire, aquí en donde, donde ahora trabajo.
Ya, ajá.
También, este, hay muchas, muchas cosas sobrenaturales.
¿Por qué?
Porque, mire, como, ya ve que trabajo 24 por 24 de portero en el edificio en el que estoy.
Ajá, no sabía.
Acá, como atrás de la clínica Mac.
Ajá.
Sin decirle exactamente dónde.
Entonces, haga de cuenta que cierro la oficina.
Ya cuando se acabó toda la gente.
Son departamentos como de pasada de gente turística y así, casi no viven aquí.
Ajá.
Viven, digamos, son 30 departamentos y tengo ocupados 11.
Y la gente casi no asiste.
Ajá.
Es gente que viene de otros países y se quedan aquí en feria, en Navidad, y se van, y cierran todo y se van.
Entonces, prácticamente, el edificio está solo.
Entonces, pues yo, si ya dejaría de haber movimiento a las 12, la 1, cierro todo.
Bien cerradito.
Bien cerrado, porque yo no he chequeado adentro, afuera nada.
Afuera todo se checa con circuitos cerrados.
Y unas patrullas están afuera siempre.
Entonces, por lo cual, ya tengo todo cerrado.
Y no hay nadie.
Aquí escucho pasos en la oficina.
No.
Sí, bien marcaditos.
Ajá.
O sea, haga de cuenta que como tiene unas paredes de madera.
Sí.
El techo está recubierto también de duela y de madera, toda la oficina.
Entonces, es mal marcados los pasos.
Ya ve que por lo regular la madera truena.
Sí.
Pero aquí le digo qué es lo que pasa, que tiene una secuencia.
Empieza a truenar así como...
Pero ese sonido de las duelas...
Ajá.
Se va recorriendo de una pared, cruza toda la oficina, hasta el otro lado.
Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org