Horror De La Noche Horror De La Noche La Noche jueves 13-03-2025

Abre tu mente, respira profundo. Permite el traslado dimensional de aquellos que ya han partido.

Estás a punto de ingresar al horror de la noche.

Señor, Padre de Misericordia, Dios de toda consolación, en la inmensidad de tu amor, mira a este hermano nuestro en su dolor.

Por la pasión y muerte de tu hijo unigénito, concédele la gracia del arrepentimiento y del perdón, para que en el camino de esta vida, encuentre en ti un juez misericordioso, y ya purificado de toda mancha por la sangre misma de tu hijo, pueda así entrar en la vida eterna.

Y pues sean ustedes bienvenidos, ya saben, el teléfono de cabina es de ustedes, y así ya estamos.

Estamos haciendo este espacio que es el horror de la noche, agradeciéndoles que nos acompañen, que nos estén escuchando y que hagamos entre todos este ratito.

La noche de ayer, espero que ustedes hayan oído el programa, tal vez sí, tal vez no, pero hablé de un caso, empecé el programa hablando de los gusanos y de tratamientos médicos que hacen allá en Rusia, muy lejos de aquí de Aguascalientes, de México, por cierto.

Bueno, concluí con el caso que me comparte una amiga, antes incluso de que yo entrara a trabajar a esta empresa.

Por supuesto, este programa no existía todavía, no nacía, vamos, sé que cabe perfectamente en lo que aquí se trata, pero pues todavía no nacía, entonces esta amistad, no tenía idea siquiera de que ustedes se iban a enterar, pero afortunadamente pues he observado el anonimato de ellas, a final de cuentas, y les soy sincero, nada más tengo el nombre de quien me lo cuenta, nunca tuve oportunidad ni de tratar, ni de conocer, de hablar con la hermana la que vivió este tipo de ataques.

Me preguntaban que si ya me lo habían contado, con los ánimos de que esto saliera al aire, por supuesto que no, no, no fue así, repito, esto me lo comparten mucho antes de que yo entrara aquí a trabajar, por una parte.

Por otra, me preguntaban, ahí concluye, qué pasó con la hermana de esta mujer, la que metieron ahí al jíver, la que cargaron en la pared, que a mí se me hace impresionante realmente, que la hayan jalado de estar comiendo, la pegan a la pared, dejan la silla en el suelo, pero ella sube, como si estuviera jalada, siendo jalada por un imán, y pues bueno, me preguntaron, y en qué concluyó, lo compartí en el día, pero bueno, cierto, aquí no concluyó, concluí, mejor dicho, sí concluyó, pero no se los compartí, no les dije cómo.

¿Cómo termina esta historia? Resulta de que ella, pues un día de tantos, llega muy cansada al trabajo, llega preocupada, llega angustiada, lo que ustedes digan, y de pronto un hombre, un compañero de trabajo, le dice, oye, ¿qué tienes? No, pues es que fíjate que a mi hermana le pasa esto, ya así así, el DDT, lo que les platiqué, el insecticida que se tomó, es la gota que derramó el vaso, estamos muy muy preocupados, no sabemos qué hacer.

A lo que el compañero le dice, no, no, no, pecata minuta, tú que te afliges, tú que te complicas la vida, yo te puedo ayudar.

Ella le dice, pues de veras, ¿cómo? Yo te ayudo, tú déjame, mira, necesito que se haga, necesito que se, y pues ella obediente, acata todo lo que le decía este compañero.