Horror De La Noche Horror De La Noche La Noche miércoles 19-03-2025

Abre tu mente, respira profundo. Permite el traslado dimensional de aquellos que ya han partido.

Estás a punto de ingresar al horror de la noche.

Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles, concede las almas de tus siervos y siervas detenidas en el purgatorio, la libertad completa de sus penas.

Llévala, Señor, al eterno descanso de la gloria.

Y ya que nos has mandado amarnos unos a otros, y tú mismo has formado los lazos de la sangre y de una santa amistad, permite que especialmente te ruegue por las almas de mis padres, hermanos, parientes, amigos, bienhechores, y todos aquellos que desde el fuego de la expiación reclaman una súplica en su favor.

Oh Jesús, que has derramado tu sangre y dado tu vida por almas, tempidad de las almas del purgatorio.

Y muy buenas noches, estamos iniciando, esto ya es el horror de la noche.

Gracias, gracias a ustedes que nos acompañan, gracias a ustedes que nos están escuchando.

En días pasados, comenzamos de esta manera, en días pasados estaban hablando, era un relato, donde palabras más, palabras menos, y tal vez usted lo recuerde, fue en esta semana quizá, a finales de la semana anterior, donde nos decían, mi papá vio a un niño, lo siguió, y pues el niño de estar aquí ya no lo ven.

Esas historias, esas anécdotas que tienen que ver con niños, raras, extrañas, y se me vino a la mente, aquella anécdota, tal vez ustedes la recuerden, tal vez no, tiene lugar en San Francisco de los Romos, es en San Pancho de las Carnitas, como coloquialmente le solemos decir.

Hay una calle que le llaman la calle Chueca, ofrezco una disculpa, corríjanme si estoy equivocado, es la calle Colón, si no me equivoco, y baja un hombre del transporte de personal, madrugada, no sé, posiblemente entre dos, tres de la mañana, y empieza a caminar, la calle Juárez, o avenida Juárez, como lo quieran ustedes mencionar, es la que divide parte de un lado al otro San Francisco de los Romos, anteriormente los que tenemos ya Canas, recordamos cuando era la carretera, y la carretera que pasaba directamente al centro del poblado, ya hoy día pues está el libramiento y la carretera va afuera del poblado de San Francisco de los Romos, y pues bueno, anteriormente era la zona comercial, de hecho lo sigue siendo, pero era la zona comercial por antonomasia, porque por ahí pasaban los camiones, hacían una parada breve si quieren, pero por ahí pasaban, bueno, el camión del transporte de personal, pasa, deja ahí a una persona, esta persona, un caballero, empieza a caminar por la calle Chueca, la calle Colón o privada Colón, esto es de la Juárez hacia el lado poniente, en sentido de puntos cardinales de oriente a poniente, a partir de la Juárez, que es donde, repito, pasó el camión y ahí lo dejó, bueno, el hombre camina, repito, es de madrugada, y a su mano derecha en la banqueta, él iba por abajo de la banqueta, en la calle, vamos, de madrugada, no había tráfico, y un niño que por tamaño pensaríamos era un niño que rondaría los 5 años tal vez, él va caminando por la banqueta adelante de él, de pronto el hombre lo ve y dice, ¡ay no!