Horror De La Noche Horror De La Noche La Noche viernes 02-05-2025

Abre tu mente. Respira profundo. Permite el traslado dimensional de aquellos que ya han partido.

Estás a punto de ingresar al horror de la noche.

Dios mío, tú que eres suprema sabiduría y estás en los corazones de los afligidos.

Tú conoces la fe de estos padres.

Dales el consuelo de creer que el hijo cuya muerte lloran está en manos de tu misericordia y que en tu amorosísima bondad le darás un lugar en el cielo.

Te lo suplicamos por Jesucristo nuestro Señor.

Sintonizándonos, el teléfono de cabina es de ustedes, el centro de mensajes es de ustedes, la página también es de ustedes, elhorrordelanoche.com, que es el correo electrónico, también es de ustedes para que nos acompañen, nos envíen y se los agradezco de corazón.

Muchísimas gracias.

Tal vez ustedes llegaron a escuchar el programa en la última emisión y tal vez se dieron cuenta que nos hicieron favor de enviarnos relatos mismos que estuve compartiendo y estoy, si mal no recuerdo, estoy buscando uno que quedó pendiente para compartirlo con ustedes.

Flavio, buenas noches, te voy a platicar.

Hace poquito más de 20 años, trabajaba yo en una línea de autobuses.

Ese día iba con el último horario, el cual va de Acámbaro a Celaya.

Llevaba tres pasajeros a Salvatierra y uno de paso a Celaya.

En Salvatierra no subió nadie, solo se quedó el pasajero que iba de paso por fuera de la central.

Perdón, iba de punto.

Por fuera de la central estaba una chica, me hizo la parada, ella iba a trabajar a un bar a Salvatierra y llevaba unas copas de más.

Se subió hablando tonteras.

Le dije a ti, cálmate porque aquí viene gente.

Pues ¿quién viene aquí? No veo a nadie.

Sí, viene un muchacho, serénate o no te llevo.

Agarró el banquito y se sentó.

Le dije, te vas tranquila, si no, vete para atrás.

Me empezó a platicar su vida diaria.

No sé si te acuerdas, Flavio, hace poquito más de 20 años, se accidentó entre Salvatierra y Celaya un autobús con una pipa de gas.

Fallecieron 28 personas.

Entonces sacó un fajo de billetes del pecho y me dice, mira, huele.

Le dije, no, estás mal, ¿cómo voy a oler? Sí, dice, fíjate, a ver, ¿a qué huele ese dinero? Lo agarré y olía a tierra húmeda.

Pero tierra como de casa vieja.

Y le dije, bueno, ¿por qué huele así? Me dice, cada ocho días iba una persona y todos se peleaban por él.

Antes del accidente esa persona iba y se tomaba dos cervezas.

Y nunca le invitaba a nadie.

Después del accidente tomaba de más.

Pero nunca se emborrachaba e invitaba a las chicas a tomar, las invitaba a salir.

Dicen que él estaba muy frío.

Que nunca las tocaba, pero siempre les dejaba mucha propina.

Y siempre ese dinero olía a tierra húmeda.

Y que él les platicaba que él iba en el autobús, pero no dice de dónde sale el dinero.