Horror De La Noche Horror De La Noche La Noche martes 06-05-2025

Abre tu mente, respira profundo, permite el traslado dimensional de aquellos que ya han partido.

Estás a punto de ingresar al horror de la noche.

Recibe Señor el alma de nuestro hijo, que has querido llamar cerca de ti.

Concédele que, libre de toda culpa, llegue a participar de la vida eterna y de la luz que jamás terminará, y pueda unirse a los santos y elegidos en su gloria de la resurrección.

Por Cristo nuestro Señor.

Compartan, que nos sintonicen y, por supuesto, que nos hagan llegar sus comentarios.

Y aquí estamos esperando por ustedes.

Hago un ejercicio de memoria, tal vez ustedes recuerden, tal vez, ¿no? Hace, ay Dios, ¿qué será? Como dos semanas, tal vez, semana y media.

Dos semanas, quizás. Recibí un mensaje donde un caballero me decía, he sido testigo, para ser sincero, de muchas cosas. Muchas, muchas cosas.

Eventos paranormales que he experimentado desde que yo era pequeño, me han sucedido cosas.

Y me dijo, si me lo permites, con el tiempo las iré compartiendo.

Y yo le dije, pues era bienvenido y, claro, con gusto. Recibíamos sus comentarios.

Muy buenas noches, Fabio. Buenas noches a todos los radioscuches.

Esa historia que les voy a contar no me sucedió a mí en particular, pero sucedió allí en el pueblito donde soy originario.

Era en el año de los, entre los ochenta y noventa, principios de los noventas.

Esto sucedió en el centro del pueblito, el cual cuenta con un jardincito que al centro tiene una fuente de agua.

Nos contó nuestro primo, que era el dueño de la tienda principal que estaba al frente del jardín.

En ese tiempo de cosecha, la gente llegaba y le vendía sus carguitas de maíz.

Y, como era el único que tenía dinero para pagar en ese momento, pues se las llevaban.

Le llevaron tanto maíz, muchos costales de maíz, que no pudo meterlo todo.

No pudo meterlo todo, entonces se quedó mucha, muchas, muchos costales se quedaron afuera en la calle.

Y el preocupado se ocupó de una persona que llegaba a comprarle, de a veces, bebidas embriagantes.

Se arregló con él, le dijo que le pagaba y, total, se quedó. Bueno, cerraban las tienditas a las diez.

Y así quedaba el señor, por eso le dice, pues me dejas entonces una botelita de tequila para no tener tanto frío.

Y se quedó la primera noche.

Supimos, por mi primo que le contó, que la primera noche que pasó él, después de las doce de la noche, una de la mañana, no recuerdo el horario, no sé exacto, bajó, para esto la iglesia está al lado oriente, a dos calles de ahí de donde está la tienda, dos calles hacia el norte, hacia arriba.

Pues queda esa de la misma calle donde está la tiendita que bajó la primera noche, bajó un burro.

Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org