La Humildad hace posible la Fe. Homilia domingo 5/10/2025, P. Santiago Martín FM

Yo soy el buen pastor, que da la vida por sus ovejas.

El Señor esté con vosotros. Lectura del santo evangelio según San Lucas.

En aquel tiempo los apóstoles le dijeron al Señor, aumentanos la fe.

El Señor dijo, que tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera, arráncate de raíz y plántate en el mar, y os obedecería.

¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo, enseguida ven y ponte a la mesa? ¿No le diréis más bien, prepárame de cenar, ciñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os he mandado, decid, somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer. Palabra del Señor.

Es interesante ver la secuencia de enseñanzas de este fragmento del evangelio de San Lucas. Primero empieza con una petición de los apóstoles, aumentanos la fe, aumentanos la fe.

Y el Señor les dice que tuviera fe como un granito de mostaza, bueno, pero hasta ahí va bien, están hablando de la fe y el Señor les dice que tienen poca fe, ellos lo reconocen, por eso pide que se la aumente, pero a continuación cambia el argumento. Está hablando de la fe y empieza a hablar de la humildad. Empieza diciendo con este ejemplo que cuando hemos hecho lo que tenemos que hacer, no tenemos que esperar que el otro, Dios, la empresa para la que trabajo, mi esposa, mi marido, mis hijos, mis padres, me lo agradezcan.

No he hecho más que lo que tenía yo que hacer, la humildad. ¿Qué relación hay entre fe y humildad? ¿Por qué el Señor que está hablando de fe y está contestando a la pregunta de ellos, aumentanos la fe, les habla de la humildad? La humildad es la virtud que se opone a la soberbia y la soberbia, en el fondo, no es más que no querer aceptar la supremacía de Dios, la existencia de Dios, el poder de Dios y, como consecuencia, que yo, que tú, no eres Dios.

La humildad es la base. Lo mismo que el pecado originante es la soberbia, que tuvo como consecuencia la desobediencia, pero el motivo fue la soberbia. Lo que la serpiente le dice a Eva y a Adán es seréis dioses y ellos van a desobedecer porque quieren ser dioses. Es que es el primer pecado, es el pecado del demonio, es el pecado de Lucifer.

Lucifer era el ángel de la luz, el más bello de los ángeles. Se lo creyó, se creyó tanto que aspiró a colocarse en el lugar de Dios, a derribar a Dios de su trono. El pecado originante es la soberbia. De ahí llegan los demás, pero ese es el pecado originante y, por eso, la virtud originante es la humildad. Cuando tenemos humildad, reconocemos quién es Dios y reconocemos quiénes somos nosotros.

A veces puede haber dudas sobre qué es el hombre. Hay muchas respuestas. Los filósofos han intentado contestar a esto. Bueno, desde el hombre es, por ejemplo, un animal político,