Ibiza en invierno: una joya mediterránea tranquila pero inolvidable

Imagínate Ibiza sin aglomeraciones, sin el bullicio de la fiesta, sin las playas abarrotadas, sólo tú, el sonido del mar y una isla que te muestra su lado más auténtico, porque sí, Ibiza en invierno es otra historia. Muchos creen que cuando se acaba el verano la isla entra en una especie de pausa, pero esto nada más lejos de la realidad, Ibiza sigue estando ahí con su encanto intacto, lo que pasa es que con un ritmo más pausado, más relajado, más suyo, sinceramente que es un lujo poder disfrutarla así.

Para empezar tenemos el clima, mientras en otros lugares el invierno es sinónimo de frío, de lluvia y de cielos grises, aquí el sol sigue brillando la mayor parte del tiempo, las temperaturas son suaves, lo justo para necesitar un abrigo ligero y poco más, no te vas a congelar. ¿Te imaginas pues eso, caminar por la arena con el mar frente a ti y casi nadie a tu alrededor? En invierno en Ibiza eso es posible, las playas, esas mismas que en verano son un hervidero de gente que no puedes aparcar por ningún lado, en invierno se convierten en paraísos solitarios, la Salada, Aguas Blancas, Playa de Embosa siguen siendo igual de espectaculares, pero con un estado de paz. Si alguna vez has soñado, has tenido la fantasía de tener una cala solo para ti, pues esta es la oportunidad y si lo tuyo es ese rollo más cultural, pues Tadvila es la que te espera.

El casco histórico de Ibiza, Patrimonio de la Humanidad, es espectacular en cualquier época del año, pero en invierno pues la disfrutas con otra calma, sin el ajetero del turismo masivo, puedes perderte entre las calles empedradas, descubrir rincones con historia y hasta imaginar cómo era la vida hace siglos, pero no creas que en invierno Ibiza es solo tranquilidad, también hay planes y hay mucho que hacer, el senderismo, rutas espectaculares que te llevan desde acantilados con vistas de infarto hasta campos de almendros en flor, si te mola el deporte, puedes alquilar una bici, recorrer la isla sobre dos ruedas, porque esta es una opción la verdad que increíble, y por supuesto esto no desaparece, aunque haya menos oferta, obviamente, la gastronomía, porque si hay algo que apetece en invierno es comer bien, la cocina ibizenca tiene platos que reconfortan el alma, desde una buena sobrasada hasta un flaon, ese postre típico con queso y hierbabuena que es una verdadera delicia, además los restaurantes que permanecen abiertos todo el año son los favoritos de los locales, lo que significa que comerás de lujo y sin prisas, si piensas que en invierno la isla pierde su esencia festiva estás digamos que bastante equivocado, siguen celebrándose eventos desde la cabalgata de reyes hasta mercadillos navideños y si la música sigue sonando, es cierto que los megaclubs cierran octubre pero hay sitios que mantienen la esencia del espíritu ibizenco todo el año, así que si buscas una escapada diferente, un viaje donde conectar con la naturaleza, disfrutar de la cultura, comer bien y sobre todo descubrir otro lado de ibiza, pues lo único que tienes que hacer es ir en invierno, hay billetes baratos, alojamientos más asequibles, bastante más asequibles y la isla está ahí esperándote sin prisas, porque ibiza es mucho más que fiesta, en invierno si sabes mirar pues a lo mejor te encuentras con que encuentras valga la redundancia su mejor cara