Ibn Arabi - Tratado de la Unicidad

Bienvenidos y bienvenidas a Filosofía Puntes estamos con la primera obra a analizar de Ibn Arabi, el Tratado de la Unidad Risalat al-Ahadiyya no es simplemente una obra mística sino una profunda reflexión teológico filosófica sobre la naturaleza absoluta del ser en esta obra el gran maestro Andalucí expone la unicidad divina no como una afirmación conceptual sino como una vivencia ontológica radical que disuelve toda la dualidad entre el yo y Dios y a través de este célebre hadís quien se conoce a sí mismo, conoce a su señor Ibn Arabi conduce al lector por un viaje donde la existencia personal los atributos individuales e incluso la extinción misma se revelan ilusorios este tratado traducido también por Roberto Blas despliega la metafísica del ser en la que sólo Allah verdaderamente existe y toda percepción de otra cosa no es sino un velo que él mismo se ha puesto como manifestación de su unidad de estas páginas entonces intuición y revelación reemplazan a la razón como vía hacia el conocimiento y el corazón se convierte en el órgano de una Gnosis sin igual entonces vamos con este tratado de la unidad de Ibn Arabi, sin más dilación vamos allá Ibn Arabi entonces articula una meditación metafísica aquí en este tratado de la unidad de hecho empieza diciendo en el nombre de Allah el clemente, el misericordioso nosotros imploramos su ayuda gloria a Allah ante cuya unidad no hay nada anterior fíjense ya estamos hablando de la unidad ante cuya unidad no hay nada anterior si no es él que es el primero gloria a Allah después de cuya singularidad no hay un después si no es él que es el siguiente nos dice que no hay ni después ni espacio ni tiempo ni cualidad ni cantidad que pueda aplicársele sin caer en error Allah es sin necesidad de ser uno ni de ser singular porque esas categorías mismas ya implican una relación, una comparación conceptualización y todo eso queda excluido cuando hablamos de lo absoluto así que no podríamos aplicar ninguno de esos epítetos si ustedes quieren Arabi niega que Allah sea una entidad compuesta de nombre y esencia afirmando que no no no él es simultáneamente el nombre y lo nombrado anulando toda su distinción que puede existir entre sujeto y predicado es absoluta unidad una no dualidad que se refuerza al señalar obviamente que Allah es el primero sin anterioridad el último sin posterioridad el evidente sin estar fuera y el oculto sin estar dentro se niega por tanto la legitimidad de todo pensamiento que incluso desde la teología intenta establecer una relación de contiguidad interioridad trascendencia o inmanencia porque todo ello presupone una autoridad que en realidad no existe esto nos puede recordar mucho muchachos a otro filósofo también musulmán que era al-rají que se tomaba muy en serio muy en serio toda esta cuestión de la unidad