
Impulsa Las Tunas siembra de plantas oleaginosas

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Según expertos, una hectárea sembrada de ajonjolí puede generar hasta 400 litros de aceite y en el caso del girasol, la cantidad es mayor. Cifras más o cifras menos, lo cierto es que la siembra de esas especies pudiera aliviar las actuales condiciones económicas y contribuir a la alimentación del pueblo.
Con ese propósito, desde el año pasado el territorio participa en el proyecto nacional "Producción de plantas oleaginosas como apoyo a la implementación de la ley de soberanía y seguridad alimentaria en la provincia Las Tunas", el cual coordina la Doctora Raquel Ruz Reyes, profesora e investigadora del Centro de estudios de desarrollo agrario de la universidad local.
La especialista explicó que se evalúan cultivares de soya y maíz, además de ajonjolí y girasol, con las que se trabaja más ampliamente. Acotó que todas se adaptan muy bien a las condiciones de sequía y fuerte incidencia del sol, características de los ocho municipios tuneros.
Dijo Ruz Reyes que, además del aceite destinado el consumo humano, los subproductos constituyen una valiosa reserva para la alimentación animal, especialmente para los cerdos y las aves, por lo que se podrían aumentar las producciones de huevos y carne porcina y avícola.
Acotó que se trabaja en los centros primarios de diversidad en Manatí, Puerto Padre, Jesús Menéndez, Majibacoa y Las Tunas, lo que permitirá multiplicar las semillas. También señaló que ahora lo más importante es que los campesinos aprendan las técnicas de cultivo y cosecha.
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En coordinación con la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la Universidad de las Tunas desarrolla un proyecto para la producción de oleaginosas y apoyar la soberanía y seguridad alimentaria en la provincia.
Así lo explicó la doctora Raquel Rus Reyes, profesora e investigadora del Centro de Estudios de Desarrollo Agrario de la institución, quien precisó que el programa comenzó el año 2024 y se extiende hasta el 2026.
Estamos evaluando cultivares de girasol, de soya, ajonjolí y maíz.
En principio hemos pensado en todas, pero hemos ido valorando y pensamos que el girasol y ajonjolí nos va a dar mucho más productividad en la producción de aceite, pero igual no descartamos las otras especies.
Entonces la idea es producir aceite a bajo costo, porque además es en la zona, es en el territorio, con estos cultivares de ajonjolí y de girasol, de manera que se produzca aceite para la alimentación humana y entonces el subproducto se utilice para la alimentación animal.
Estamos trabajando en los centros primarios de diversidad en cada uno de los municipios, o sea, que hay un productor en cada municipio, de los cinco los cuales son los municipios del centro y el norte de las Tunas.
Estamos trabajando con una finca de diversidad primaria, la cual va a multiplicar las semillas para irse fomentando, por ejemplo, a mediados de año queremos que haya cinco, a finales de año haya diez y ojalá en el 2026 ya haya 20, haya 30, ojalá haya 50, de manera que podamos solucionar la situación del aceite, que es tan caro, que no está al alcance de todos los ciudadanos de la provincia.
Aclaró que se trata de una solución extremadamente importante para estos tiempos.
Hemos empezado por poco porque queremos que aprendan la tecnología del cultivo, la forma en que vamos a cosecharlo, todas esas cosas porque tienen sus especificidades y luego queremos, porque no podemos empezar queriendo un proyecto internacional, buscando tecnología, buscando el equipamiento que se necesita, si no sabemos cómo cultivar esas especies.
Entonces, estamos trabajando para acceder a un proyecto internacional que nos dé la posibilidad de comprar la maquinaria para cortar el ajonjolí, para cortar el girasol y además para extraer el aceite.
Dijo la experta que los resultados fundamentales comienzan a concretarse en la finca El Placer del municipio de Jesús Menéndez.
De conjunto en esta finca queremos establecer cotos de cerdo de capa oscura y la producción de gallinas ponedoras.
¿Por qué? Porque van a tener la comida ahí mismo.
Tenemos especialistas que nos pueden diseñar una buena formulación de pienso para la alimentación de ave y para la alimentación de cerdo, porque lo que queremos es que en las comunidades haya cerditos de capa oscura que puedan estar en el patio de las casas, que cada vecino pueda tener sus gallinitas que den sus huevitos.
Todas estas cosas son soluciones a la soberanía alimentaria, porque de eso se trata, esa es la soberanía alimentaria.
Entonces, si en cada finca que estamos trabajando podemos poner la producción de huevos, digamos 100 gallinas ponedoras, eso le va a facilitar, que es la idea del proyecto, abastecer al hogar de ancianos, los hogares maternos, a las escuelas internas de primaria.
Para empezar por ahí, ojalá después pueda ser para todo el mundo.
La doctora Raquel Rus Reyes, profesora e investigadora del Centro de Estudios de Desarrollo Agrario en la Universidad de las Tunas, defiende el empleo de plantas oleaginosas en la nutrición humana y animal, lo que impactaría eficazmente en la soberanía alimentaria que se propone el país para todos sus habitantes.
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