Industria alimentaria y el conflicto de interés

Feminismos, diversidades, sexualidad, derribando el machismo.

Este es un espacio para construir relaciones democráticas entre mujeres y hombres.

Hablemos, con todas sus letras, dialoguemos para la igualdad.

Hola querida audiencia, les saluda Elizabeth Mosqueda Rivera.

Les damos la bienvenida a una emisión de Con todas sus letras, dialoguemos para la igualdad.

Hola Daniel.

Hola Eli, saludamos con mucho cariño a las personas que nos sintonizan y también mandamos todo nuestro agradecimiento afectuoso a las compañeras y compañeros de las radios por las que se transmite este programa.

Con todas sus letras es una producción radiofónica de Consorcio Oaxaca, organización civil feminista que defiende y promueve el respeto de los derechos humanos de las mujeres, juventudes y niñeces.

Les dejamos nuestros datos para que puedan hacernos llegar sus comentarios y sugerencias.

En Facebook nos encuentran como Consorcio Oaxaca.

En el WhatsApp estamos en el número 951-5704-566.

Para escuchar emisiones anteriores o compartir esta que están escuchando, en iBooks y Spotify pueden encontrar los archivos en digital.

Les cuento que tuve el gusto de conversar con Marta Elena García y Guillermo Bermúdez, egresados de la UNAM y quienes tienen una amplia trayectoria como periodistas de investigación y divulgadores de ciencia y cultura, especializados en temas de alimentación.

Son miembros de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica.

Actualmente colaboran con la organización El Poder del Consumidor y forman parte de la Alianza por la Salud Alimentaria, organizaciones con las que desde Consorcio Oaxaca colaboramos en la campaña por el derecho a una alimentación sana y nutritiva.

Para conocer más de esta campaña que arrancó en el 2020, la cual se ha ido desarrollando desde los diversos esfuerzos de organizaciones de la sociedad civil de cara a la gran crisis de salud alimentaria que se vive en México y particularmente con un énfasis específico en Oaxaca, pues como resultado de la alianza entre distintas organizaciones estatales y nacionales.

Pues para conocer más, busquen sus redes sociales con el hashtag OaxacaSinChatarra, seguro que encuentran más información.

Muchas gracias por continuar con todas sus letras, Dialoguemos para la Igualdad.

Pues el día de hoy nos acompañan dos personas expertas en periodismo de investigación egresadas de la UNAM, Marta Elena García y Guillermo Bermúdez.

Muchas gracias por acompañarnos aquí con todas sus letras.

Gracias a ustedes por invitarnos.

Con mucho gusto, claro que sí.

Cuéntenos por qué y cómo fue que se interesaron en investigar sobre la industria alimentaria y los conflictos de interés aquí.

Bueno, para empezar, desde hace mucho tiempo Guillermo y yo venimos investigando las cuestiones de la alimentación y cómo se ha distorsionado nuestra dieta, la dieta tradicional de los mexicanos. Esto lo hicimos, un libro que se llama Alimentos Sustentables a la Carta de la Tierra a la Mesa, donde pudimos, a través de la investigación, tanto documental como entrevistas a expertos, pudimos darnos cuenta de cómo se ha distorsionado la dieta, no sólo por la producción en el ámbito del campo, cómo ha sido esto con muchos agrotóxicos, todo a partir de la Revolución Verde, cómo cambió todo esto, la producción de alimentos en el campo, pero también nos dimos cuenta de cómo hemos sido invadidos por estos alimentos que les llaman alimentos, pero que en realidad no lo son, que son comestibles ultraprocesados.

Y ahí nos dimos cuenta que eran productos de diseño y demás.

Desde ese libro comenzamos a tocar el tema del conflicto de interés, no a profundidad, pero sí en uno de esos temas en los que estábamos hablando de los transgénicos, justamente del maíz transgénico, y ahí tuvimos oportunidad de entrevistar a Marielena Álvarez Buya, que después se convertiría en la directora general del CONACYT, y entonces ella justamente nos hablaba de que la investigación en salud relacionada con los daños posibles de los transgénicos no había avanzado mucho porque faltaba, por una parte, mayor presupuesto del Estado para impulsar la investigación científica en ese campo, y por la otra, porque la industria de alimentos y bebidas y la industria biotecnológica también, invertían mucha lana en pagar estudios a modo, de tal manera que todas las posibles, las investigaciones que señalaban posibles daños de los transgénicos