Inmortalidad digital con Raquel Ferrández

Bienvenidos de nuevo a Humanistas Sin Complejos. Hoy charlamos con Raquel Ferrández sobre su libro Inmortalidad Digital, colonizar el planeta muerte. Este libro es un ensayo provocador que nos obliga a pensar qué significa vivir y morir en un mundo donde internet y la web lo está colonizando todo, incluso nuestras pulsiones más íntimas. Raquel es filósofa, especialista en pensamiento indio, clásico y contemporáneo, y es profesora en la UNED.

Espero que disfrutéis la charla y empezamos.

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Bienvenida, Raquel.

Gracias, Alexis.

¿Cómo estás? Bien, encantada de estar aquí.

Estás en plena promoción del libro, ¿no? Sí, salió a finales de abril, Inmortalidad Digital, y ahora estoy debatiendo un poco sobre algunos de los temas que trato en el libro.

¿Estás contenta hasta ahora con las charlas, las presentaciones, las preguntas que tal vez te llegan sobre el libro? Estoy contenta, sí.

Yo escribí el libro para generar debate sobre algunos temas de las tecnologías digitales y el debate se está generando.

Hay muchas personas que desconocían algunos de los temas o de las informaciones que doy en el libro y también creo que era necesario debatirlo un poco en comunidad.

¿Y qué te llevó a escribir este libro? Porque vivimos una época en la que se habla mucho de lo digital, de lo tecnológico, prácticamente cada semana tal vez sería exagerar, pero cada mes tenemos novedades, ahora con la inteligencia artificial también.

Entonces, ¿qué es lo que te impulsó? Bueno, pues yo me dedico a la filosofía india, clásica y contemporánea.

Y dentro de la filosofía india trabajo los estudios del yoga, los textos sánscritos del yoga y estaba en un grupo de investigación, investigando la intersección entre yoga y tecnología, las estrellas inteligentes, los cascos de realidad virtual con fines meditativos… Y el yoga tiene todo que ver con la muerte y a raíz de eso investigué si había alguna tecnología relacionada con la muerte y me encontré con toda una industria, que es la que comparto en el libro.

Pero también el libro trata sobre la tecnología y las relaciones afectivas, de amistad, eróticas, etc.

Con que las tecnologías digitales impactaban áreas mucho más importantes ahora mismo que las del yoga.

O sea, que la semilla fue el yoga, pero después te adentrastes en un mundo que antes prácticamente no habías tocado.

Bueno, tal vez de soslayo, pero muy diferente a toda la parte espiritual y tecnológica del yoga.

Claro, la semilla fue la intersección entre yoga y tecnociencia moderna y a raíz de eso a la industria de la inmortalidad digital, a la industria de las relaciones afectivas, a también la internet de las cosas, también en su relación con la soledad.

Y todas las lecturas, investigaciones que yo hago tienen como dos tonos principales.

Uno está el tono apocalíptico, porque el tema es serio, entonces yo comprendo esos tonos apocalípticos sobre estas tecnologías o inteligencias artificiales.

Y después están los superdefensores, tecnooptimistas, que me parece que trabajan muchas veces con medias verdades.

Y a mí me apetecía hacer algo dentro de todo que fuera un poco satírico, y de hecho hay momentos en el capítulo de la muerte que me río bastante, es decir, el tema es serio, pero me apetecía que nos riésemos todos un poco juntos.

Y del feedback que estoy teniendo, de las críticas que me llegan, creo que esto se recibe, porque hay gente que ha captado el tono humorístico que tiene algunos capítulos.

Sí, hay una parte de sátira, pero también al final el libro tú lo planteas como un ensayo filosófico, aunque a veces también tiene componentes de manifiesto ético.

Sí, es un ensayo satírico.

A uno de los críticos le llamó un manifiesto satírico.

En parte lo es.

¿Tú ibas a llamar el libro Inmortalidad Digital? No, tenías otro título, ¿no? Como un nombre que lo he leído por ahí.

El tema central es la relación de links o enlaces en la que vivimos, esta sociedad de enlaces, de vinculaciones.

Y entonces, más allá del yoga y la tecnología, empiezo a ver que,