Intrigas de salón, del poder; que los demás vengan.

Yo soy un americano y he matado a los americanos, yo soy un ser humano y he matado a los humanos y lo he hecho en mi sociedad.

La humanidad es sin duda mi pecado favorito.

Hace mucho tiempo tenía yo un buen conocido que andaba con un problema en su trabajo, un problema gordo.

En el trabajo los problemas son gordos.

¿Por qué? Pues porque en el trabajo está la economía.

Claro, es el dinero.

Es el dinero.

Nos pagan por trabajar.

Por eso trabajar es un problema tan importante.

¿Qué cuánto puede representar del global de los problemas de salud mental? Mi estimación está entre un 12 y un 15, en un margen.

Entre un 15 y en algunos puntos puede llegar hasta un 30.

Yo diría que está en ese margen.

En el margen de entre el 15 y el 30% aproximadamente.

Eso es lo que yo diría.

Yo tengo una muestra muy amplia.

Yo trabajo con el, vamos a llamarle, lo grueso de la tropa.

En definitiva, personas normales que en un momento dado de su vida generalmente tienen o un trastorno del estado de ánimo o un trastorno de ansiedad.

En este caso, este conocido tenía un...

Yo, bueno, ya les he dicho que lo que yo le llamo pensamiento táctico es algo sobre lo que he leído mucho.

Me he versado mucho, con muchos autores.

Y he profundizado en ello hasta un punto que creo que es muy interesante.

Es decir, la percepción que a nuestro alrededor hay mucha gente peligrosa.

Hay que estar alerta y luego cuando nos encontremos gente peligrosa tenemos que saber qué hacer con ellos.

Tenemos que saber cómo manejar esas situaciones y para eso hay que salir del pensamiento ético e ir al pensamiento táctico.

Si quieren llámenlo estratégico, bélico en definitiva.

Y trazar estrategias para resolver situaciones.

Claro, uno puede no querer pegarse nunca.

Ya, pero si vienen a pegarse conmigo, ¿qué hago yo? Bueno, pues hablas con ellos.

Y ellos, que no se puede hablar.

Bueno, pues te vas, es que no me puedo ir.

Pues, claro, pues ¿qué? Pues esto cómo se maneja.

Esto quiero saber yo.

Mucha gente a lo largo de la historia, viviendo en barrios conflictivos, peligrosos, donde hay mucha violencia.

Bueno, pues decidieron aprender artes marciales o algún arte que tenga que ver con el boxeo.

Full contact, recuerdo en su momento.

Recuerdo un chaval del que se reía mucho en el colegio, este chaval, alrededor de los 13-14, creo yo, se metió a hacer full contact.

Repartía hostias como panes.

En un año se sabía pegar muy bien y en dos, bueno, repartía hostias como panes.

Entonces alguien que era como un pringadillo del que la gente se reía con 11-12, a los 15 era una persona con la que no querías tener ningún problema.

Y desde luego no se te pasaba ni por la cabeza.

Gastarle una broma fuera de lugar.

Bueno, esa fue la historia. ¿Cómo acabó? Pues yo no lo sé.

Después se metía en bastantes peleas, se metía en bastantes peleas.

Bueno, imagino que su vida no sería fácil como la de todo el mundo, pero eso pasó así.

Entonces este conocido mío tenía un problema con la gerente, en este caso, de una fundación que se dedicaba a hacer no sé qué historias.

Era algo semipúblico.

Total, que estaban encontrados en una especie de guerra.

Así pues, un día charlando en aquellos tiempos, tomando una caña, ¿no? Y bueno, ¿cuál es el talón de Aquiles de esa gerente, no? Pues el no sé cuál tal, no, el no sé cuál tal, no, no, no.

¿Quién manda por encima de esa gerente? Habrá un consejo de administración.

¿Y a ese consejo de administración qué le importa? ¿Qué es lo que más les preocupa? Pues, no, no, no, no, no, no.

Su talón de Aquiles, lo que más les importa es la imagen, es su imagen pública.