

Description of Inventos Absurdos
El intelecto humano es capaz de lo mejor y lo peor. Somos la especie que ha inventado las vacunas y al mismo tiempo el paseador de peces. ¿Que fue peor, la bomba atómica o el pedisedate? ¿Sabéis que en 1925 un invento para mejorar la concentración dejaba grogui a los oficinistas?
Esta semana en Píldoras de lo Absurdo hablamos d esos inventos que nos hacen dudar de que somos una especie inteligente. También traemos dos casos de grandes marcas que no tuvieron la mejor de las ideas y se metieron un buen hostión.
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Hola bienvenidas y bienvenidos una semana más al mejor y mayor podcast de comedia de españa el podcast que es como ese cuadro que tienes en tu salón que ya estás acostumbrado tanto a él que no le hacen ni caso bienvenidas y bienvenidos a píldoras de lo absurdo quiero saludar antes de presentar a sergio a el suscriptor que se ha quedado después del programa de la semana pasada sobre anecdotarios después de saludarte a ti valiente muy buenas la verdad es que el que se quedó hasta el final la semana pasada es de estos fieles, espectadores fieles, hoy en día se usa mucho la palabra héroe, pero yo creo que esa persona no todos los héroes llevan capa, a veces tienen e-box, tienen unos cascos puestos en vez de capa, madre mía yo no sé cómo pegamos tremenda turra y la gente sigue escuchando esto, terrible, terrible, como está el humor en españa pero joder, parece que a la gente le gusta porque la semana pasada por ejemplo entramos en el top 50 de humor y entretenimiento sin ser nosotros nada de eso es una barbaridad, más escuchadas de e-box en españa, o sea esto poca risa porque no es humor es una realidad, te acuerdas cuando empezamos en el salón de mi casa con dos micrófonos de mierda y ahora estamos en el salón de mi casa con dos micrófonos de mierda lo recuerdo como si estuviéramos grabando ahora mismo, somos como los de apple macho en vez de garaje pero en una casa, vamos para atrás, nosotros en vez de alquilar un teatro o algo si lo llamase de carenaserfo, nos trae encantado, pero se que han perdido mi número mira que te dije que le dieras bien el número, ese vagabundo no lo trabajaba en la ser como me dijo mira que te dije que te dieran ellos el número y no tú a ellos yo no tenía que masturbar al vagabundo ese, porque me dijo que trabajaba en la ser madre mía, donde estamos llegando, empezamos siendo dos chavales y seguimos siendo dos chavales dos chaveas, eso diré por ti y la semana pasada no hubo, pero hoy hay, ayer salí ayer saliste? no me lo creo, ¿ayer saliste? si, ni siquiera cuando estamos grabando, ni ayer de cuando está saliendo esto, ni siquiera ayer de cuando estamos grabando es un ayer metafisico, es un ayer ¿de cuando? es un ayer de la semana pasada vale, osea es un ayer próximo próximo. Es un ayer eso, metafísico. Trascendental, vale. Pues cuéntanos.
Quiero hablar, que hasta ayer salí, sobre la decepción.
¿Sobre la decepción, eh? No te quieres dejar esto para la ruina, que a lo mejor a ellos les viene mejor que a ti.
Es que para la ruina ya sabes cuál tengo, que esa es la mejor ruina de...
Esa la haremos en el programa 100 de Pinduras. Si no, si no vamos a la ruina antes, va a ser dedicada exclusivamente a esa anécdota. Lo contaremos.
El caso es, quedé con una persona. Vale, está bien quedar con personas, me refiero a esto. No sé yo eso, pero bueno, sí. Y yo llevo siempre una bolsa, que está guay una bolsa de estas típicas totemás de estas para guardar libros y tal, vale. Y dos calzoncillos puestos.
Y dos calzoncillos. Eso ya lo hablamos.
Eso ya lo comentamos. La bolsa está chula, porque pongo una cita de pavese, que además me define a mí y nos define a todos, que es laborar estanca, trabajar cansa. Ya me ha escrito con la caligrafía de pavese, muy chula. La persona con la que quedé es también aficionada a la literatura y le mola. Dijo, ah, qué guay, y tal, no sé qué, dije sí, claro, es que aquí pues como eso. Llevo el libro para el metro, no sé cuánto, y me dice, ¿qué libro estás leyendo? Y ahí es cuando la decepción se hizo persona.
La decepción se hizo carne. Claro, yo qué sé, estaría esperando que alguien que llevase una bolsa con una cita de pavese y tal, pues sacase un libro del propio autor italiano, o yo qué sé, Buscar el tiempo perdido, Natalia Ginzburg, algo así.
Muy cultural, intelectual. Y yo hago así, pues estoy leyendo un libro sobre el Getafe. La cara de esa persona.
Pero qué he hecho yo. La cara de esa persona fue de una decepción absoluta. Nunca habías visto esa cara, ¿no? No, y yo iba a ir a defender, bueno, no, está guay y tal, pero no lo hice.
No, lo dejaste pasar. No, pues estoy cansado de defender el que el fútbol no es de retrasados mentales.

















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