Issei Sagawa - El perfil criminal de un caníbal

Al este de la ciudad de parís en el décimo sexto distrito de la ciudad un área más del doble de grande que el propio central park de nueva york se convirtió en el escenario de un crimen una zona de frondosa vegetación y varios lagos que reunía a decenas de personas quienes gozaban del ambiente del lugar de la naturaleza navegaban con sus botes por las aguas de esos lagos paseaban por los verdes caminos y disfrutaban de momentos de tranquilidad durante las horas de sol este es el escenario propio del conocido como el bosque de bolonia aunque por la noche el ambiente cambiaba radicalmente durante la década de los años setenta los atracos eran una problemática en el bosque de bolonia aunque las cifras fueron descendiendo y ya a principios de los años ochenta a que yo había quedado prácticamente radicado fueron pocos los años en realidad lo que duró este tipo de delincuencia en la zona sin embargo aunque se produjo ese descenso el área no se convirtió precisamente en un lugar apacible y tranquilo para los parisinos durante las horas nocturnas sino que más bien acabó siendo sustituido por otra cosa por la institución tanto hombres como mujeres acudían al parque para ofrecer sus servicios sexuales y cada vez fue extendiéndose más esta práctica se acabó por convertir en el lugar idóneo para buscar este tipo de servicios y a clientes de todo tipo que se acercaban a contratar a estas personas aunque cabe decir que este ambiente se acabó mezclando con quienes salían a cenar a un restaurante o a disfrutar de un paseo cuando las suaves temperaturas invitaban a ello en los meses de verano el número de personas que acudía al bosque de bolonia aumentaba consideraba clemente era de esperar pero para deshacerse de un cadáver es importante tener en cuenta esto ya que se corre el riesgo de ser visto justo antes de la medianoche del trece de junio de mil novecientos ochenta y uno un hombre menudo de apenas un metro y medio de estatura de complexión delgada que ni siquiera llegaba a los cuarenta kilos de peso alzaba su mano y detenía un tal si tenía un único destino el parque de bolonia cuando el taxi llegó al lugar y se detuvo a que el hombre se bajó y se dirigió al maletero allí había metido dos grandes maletas le costó mucho esfuerzo bajarlas aquella escena llamó la atención de una pareja hija que paseaba de la mano disfrutando de aquella noche de verano el hombre claramente de origen asiático se esforzaba luchaba por bajar aquellas dos grandes maletas del taxi cuando por fin consiguió dejarlas en el suelo sacó de su bolsillo la cartera y pago al taxi hasta luego a cabo bajando también un pequeño carrito que también había llevado consigo el taxista abandonó la escena y aquel hombre sigue invirtiendo un gran esfuerzo en aquellas dos maletas esta vez para colocarlas sobre el carrito que luego acabó empujando para adentrarse con ellas en el bosque de bolonia la pareja que había sido testigo de aquella curiosa escena siguió su marcha aunque no precisamente ignoraron los movimientos que siguió haciendo aquel hombre asiático que siguió caminando a paso ligero mientras empujaba el carrito con las dos maletas uno de sus movimientos fue demasiado brusco como para dejarlo pasar por alto la pareja ralentiza el paso sus ojos se posaron sobre aquel hombre que ya empezaba a tener una conducta demasiado sospechosa tras girar repentina y ruda mente el carrito con ambas maleta hacia el borde que estaba cubierto de maleza en el camino siguió caminando hacia la orilla del lago llamado lancha inferir el más grande de todos los lagos que forman parte del bosque de bolonia de parece aquel pequeño hombre dejó sus manos caer sobre las dos maletas y las movió muy sutilmente la intención estaba clara para los espectadores que tenían sus espaldas