ITSAS_TANTAK_2025_07_18

Itxas Tantak, espacio patrocinado por la Diputación Foral de Vizcaya.

Diputación Foral de Vizcaya.

Vizcaya, denunciad.

Y ahora, en Onda Vasca, Itxas Tantak.

120 minutos para calarse los auriculares y sentir cómo nuestros pies se balancean al borde de un acantilado mientras voces amigas nos acercan el ruido de las olas.

Comienza la travesía.

Al habla el capitán Eduard Aujo.

Gabón, bienvenidos a Itxas Tantak.

Arrancamos nuestra singladura semanal por mares y océanos.

Confiamos en que estéis tirados a la bartola en algún lugar de esos que os dé paz y, a ser posible, que os permita escuchar con las ventanas abiertas mientras descansáis el rumor de las olas rompiendo las pocas olas que hay, porque, aunque ha habido esta semana un pequeño repunte de mar y hubo algún día de surf, la mar está, en general, sin olas, pero ha entrado algún ordeste potente también y hemos visto a los veleros navegar a buen ritmo y a la gente también, bueno, disfrutar después de algunos días de lluvia de la playa.

Tenemos el anticiclón de las Azores colocado en su lugar tradicional y eso nos permite, tal y como nos cuentan nuestros amigos meteorólogos, disfrutar de este verano vasco, irregular, pero fresquito, a las noches, que, en general, nos deja descansar.

Y no está nada mal, viendo cómo están las cosas por ahí abajo.

Juanma y Recalde, ¿qué tal estás? ¿Disfrutando el verano? Gabón.

Bien, bien.

Aquí yo siempre, los jubilados, siempre disfrutando de la vida.

¡Ja, ja, ja! Bueno, merecidamente, además, que es...

Bueno, yo creo que sí.

Parece que ahora muchos políticos nos cuentan que como que si fuéramos unos vagos, ¿no?, que estamos viviendo del trabajo de los demás, cuando hemos cotizado nosotros para los demás nuestros años también.

Claro. O sea, que...

El dinero que cobráis es dinero que habéis ido metiendo a la hucha vosotros.

Efectivamente.

De 37 años de trabajo, pues da algo, ¿no? Debe de dar algo, lo que pasa es que ahora, quizás, vivimos demasiados años...

Antes yo me acuerdo que veía en el pórtico de la iglesia de Santurce a la gente que se jubilaba, que era una gente...

Yo, por lo menos, de niño, la veía muy mayor, me parecían viejos.

Y les veías dos días, al tercero se habían muerto.

O sea, que se jubilaban y se morían.

Y ahora acá, a los políticos les juro, no va a ser que te jubiles y que vivas un montón de años aquí, a cuenta del contribuyente.

No vamos a hablar de eso, de gente que se preocupa...

Gente que tiene la jubilación asegurada.

No la jubilación, la jubilación de oro asegurada, desde hace mucho tiempo, trabajando, digamos, lo justo, que se queje de que gente que, por ejemplo, se me ocurre como tú, que has estado chupando frío ahí en la mar, pues se jubile dos años antes.

Pues sí.

Como ya nos harán contar nuestros amigos los buzos profesionales que andaban ahí teniéndose que pelar por dos años de jubilación anticipada o tres años.

Pues eso.

Que han sido profesiones de trabajos duros y trabajos que la gente les bate un búzalo el trabajo que tiene, ¿no? Sí.

En fin, o sea, que nosotros sabemos siempre del lado de quién estaremos, de los que han trabajado duro, de verdad, si se merecen un descanso y disfrutar de la vida, que sea larga, además.

Juan Mari.

Pues sí, lo sospechamos.

Pues largos nos parecen siempre nuestros 120 minutos y luego se nos quedan en poca cosa.

Así que, si te parece, largamos amarras y empezamos con tus historias de buques.

Venga, ponte.

Bueno, ya estamos aquí, aquí no llegan en general, alguno tendrá barco también, pero no llegan quienes dictan las normas y, a veces para bien y a veces para mal, disfrutamos de su ausencia.

Juan Mari, ¿de qué vamos a hablar?