J.J. Benítez se confiesa: Las verdades ocultas de Luz de Tungsteno

Lo anuncié ayer y hoy es que ya sí está aquí el invitado.

Habéis acertado algunos, ¿eh? Sí, era él.

Era muy querido y un invitado de lujo.

Es JJ Benítez, que acaba de publicar Luz de Tungsteno.

10.101 pensamientos.

Y lo de 101, quien conozca a JJ Benítez, tiene significado especial.

Así que hoy tenemos el honor de tener aquí a este maestro de la palabra y de los misterios, que es un explorador incansable, ya lo conocéis, aquí off the record.

Como siempre, escribiendo, que es prolífico, y viajando mucho e investigando.

Son más de 70 libros, o 70 libros ya a partir de la cuenta, porque como dicen que el buen bebedor no cuenta las copas que lleva.

Y nos deslumbras una vez más.

Bienvenido, JJ.

Muchas gracias, Mado.

Muy amable.

Qué placer tenerte aquí en el programa, y os contaré, mucha gente nos ha escrito y nos ha pasado preguntas que, por favor, por favor, también te hagamos.

Luego se las vamos a hacer ante nautas.

Así que atentos, porque sí, vuestras preguntas van a tener aquí también espacio para JJ Benítez.

Bueno, nos sorprendes...

Bueno, nos sorprendes no, porque lo raro sería que tú no escribieras.

Pero ahí está ese libro.

Yo siempre te imagino a ti todo el día escribiendo, Juanjo.

Todo el día no, pero cuando estoy en casa, pues...

Y más estar riendo.

Cuando estoy en casa me levanto temprano, tipo cinco y media, seis de la mañana, me pongo a escribir, hasta las doce más o menos.

Y luego por la tarde corrijo lo que he escrito por la mañana y preparo los guiones del día siguiente.

Guau, me parece un trabajo súper ordenado y súper meticuloso, súper estructurado.

Y llega el momento en el que tú, que pasas la mayor parte del tiempo investigando, viajando, preguntándole a las personas, en el que con la otra mitad de tu vida haces eso y es escribir.

¿De dónde nacen todos estos 10.101 pensamientos y por qué? Pues verás, hace ya unos cuantos años yo tenía en la cabeza una idea que me daba vueltas.

A ver, las ideas, los pensamientos que nos llegan a los seres humanos, no de tipo doméstico, sino ya de cierta profundidad, ¿son pensamientos propios o son pensamientos ajenos? ¿Llegan de algún sitio? Bueno, estuve dándole vueltas y vueltas y dije, bueno, la única manera de saberlo es hacer un experiment.

Agarré una serie de cuadernos y me puse a escribir todos los pensamientos que yo era capaz de captar, repito, de cierta profundidad, en esos cuadernos.

Estuve 400 días escribiendo todo lo que llegaba a mi cabeza, que yo, repito, consideraba pensamientos o ideas de cierto calado.

Y así salieron 10.101.

Eso significa que yo recibí un promedio aproximado de 25,2 pensamientos al día.

Cosa que es imposible, es decir, yo no soy capaz de tener esa capacidad.

Por tanto, para mí quedó demostrado que las ideas vienen de fuera.

Repete subestimas, ¿eh? Porque tú eres un ser extraordinario.

Si tenemos como unos miles de pensamientos al día y tú sacaste 25 de calado, yo sí te creo capaz a ti, ¿eh? No, no, es que fue así.

Es decir, yo en esos cuadernos anotaba día por día los pensamientos que yo pienso que recibía.

Y el promedio, la media diaria, fueron de 25,2.

Pero que es imposible, es decir, yo no recibo, yo no soy capaz de tener 25,2 pensamientos de cierta importancia.

No soy tan inteligente.

Yo creo que sí, que subestimas tu inteligencia.

Pero, Juanjo, entonces, si tú no eres capaz, ¿de dónde vienen los pensamientos? Esa es una gran pregunta que me hice, por supuesto.

Ahí no tengo respuesta.

Hay varias posibilidades.

Una, que esas ideas o pensamientos procedan de lo que se llama o lo que llaman el espíritu infinito, que es el tercer gran dios, el primero es el Padre Azul, el segundo es el Hijo Eterno, y que no es Jesús de Nazaret, por supuesto.

Y el tercero sería el espíritu infinito, que es un actor encargado de fabricar, entre comillas, las mentes.