JAPÓN ESTANCA SU CRECIMIENTO CON DEUDA RÉCORD Y YEN DÉBIL

Japón es otro ídolo del keynesianismo que está implosionando estos días.

Se dispara el coste de la deuda, se hunde la moneda, la economía estancada, la deuda descontrolada, los tipos de interés, por muy bajos que sean, no disfrazan el enorme problema fiscal keynesiano creado por esos que decían que no pasa nada aumentando siempre el peso del gobierno en la economía y aumentando la deuda.

Vamos a hablar de todo ello.

Japón, una economía incuestionablemente de las más ricas y además con un increíble talento empresarial, con un capital humano espectacular, con todos los ingredientes que debe tener una economía para crecer.

El nuevo orden económico mundial, el título de mi nuevo libro, no te lo pierdas, el nuevo orden económico mundial.

Es verdad que la economía japonesa tiene un problema demográfico, que la población se reduce y envejece, pero ¿qué es lo que ocurre? Lo que ocurre es que los gobiernos, ante algo que se soluciona con más productividad, más tecnología, más empresas más grandes y mayor crecimiento económico, ¿qué es lo que decidieron? Lo que decidieron fue disparar el gasto público, disparar la inversión pública, disparar constantemente los desequilibrios estatales y por supuesto asfixiar a los ciudadanos japoneses con una fiscalidad completa y absolutamente negativa que frena el crecimiento.

La evidencia de Japón es el fracaso absoluto del keynesianismo.

Acompáñame.

Fracaso número uno.

Te dicen, oiga, no, es que un país que es soberano monetariamente puede emitir toda la deuda que quiera y puede emitir toda la moneda que quiera, ya sabéis todos los que me seguís que emitir deuda es emitir moneda, aquí tenéis la evidencia, la evidencia empírica.

El yen se desploma y se dispara la rentabilidad exigida a los bonos a largo plazo, a pesar de que el Banco Central de Japón mantiene los tipos de interés relativamente bajos y de hecho se los mantiene por debajo de lo que es la tasa neutral.

Es más, aquí podéis ver cómo la rentabilidad exigida a los bonos de Japón a largo plazo se ha disparado disparado a pesar de las políticas mal llamadas expansivas.

Claro, la deuda de Japón con respecto al PIB supera el 215% del PIB y por supuesto aquí nos incluyen los gigantescos problemas de los compromisos no financiados que todavía están pendientes de financiarse, es decir de deuda que ya se ha comprometido pero todavía no se ha emitido.

La deuda no para de crecer y por supuesto cuando te disfrazan el PIB con inflación parece como que se reduce pero sigue siendo más del 200% del PIB.

Una auténtica brutalidad.

Y por supuesto la moneda hundida, la moneda hundida, que es que además, no lo podemos olvidar, los efectos de una política completamente equivocada, completamente equivocada, han llevado a que Japón se meta en un nivel de estancamiento completa y absolutamente imposible de resolver.

Aquí veis como la moneda no ha hecho nada más que hundirse con respecto al dólar y además la rentabilidad exigida de los bonos a largo plazo, a 30 años, en este caso no ha hecho nada más que subir.

Durante esta época te decían que no pasa nada porque como los bonos son relativamente baratos y no hay ningún tipo de riesgo entonces Japón puede emitir toda la deuda que quiera y no pasa nada.

Era el ejemplo perfecto para el neokeynesianismo.

Y como es siempre evidente, porque 2 más 2 lo suman 22, el neokeynesianismo por supuesto estaba equivocado, estaba equivocado.

No, no es cierto que un país con soberanía monetaria pueda emitir toda la deuda que quiera.

No, no es cierto que eso no tenga ningún tipo de impacto.

No solamente se dispara la deuda, se dispara el coste de la deuda y la rentabilidad exigida de los bonos, sino que se hunde la moneda.

Y además te encuentras no solamente con estancamiento sino con ahora inflación.

Es decir, es la evidencia de lo que es un default implícito, un impago implícito del emisor.

Y el emisor está demostrando su insolvencia.

Y mientras todos te hablan sobre la deuda...