One day.

Levántate ok con Javier Cárdenas.

Es lunes. ¡Lunes! Yo las siete.

Son las siete.

Dale caña a las siete.

¿Y en Canarias? En Canarias, las seis.

¡Ay, me he comido! Buenos días, soñadores. Buenos días.

Ya estamos a lunes, 17 de marzo, y vamos a empezar la mañana con algo que os va a interesar mucho.

A grandes y a pequeños.

A los pequeños, porque es importante que sepáis de verdad la historia, y no lo que os cuentan cuatro fanáticos podemitas en el colegio, o socialistas, que patiendo es lo mismo.

Es un profesor peruano que le da clases a sus alumnos, y la diferencia radica en que España se involucró con la gente con la que se encontró en esos países, y se quiso establecer allí.

No como Inglaterra o Francia, lo que hacían era ir, esquilmar, robarlo todo, pero no apostar por los países a los que iban a robar todo aquello.

Y lo que no fuera tan sencilla, repito, es peruano, que es para que nos planteemos cómo Pablo Iglesias, Rejón o como Monedero, podían dar clases en la universidad en España.

¿Qué nivel más bajo alcanzó la universidad en España por parte de cuatro podemitos a sueldo? Atentos a esta explicación de este profesor peruano.

Cuando ustedes les dicen que nos robaron el oro, que nos mataron, que hicieron un exterminio, a lo mejor pregunten a sus profesores, a lo mejor están hablando de lo que hizo Francia con sus colonias, y lo que hace hasta ahora en el África.

A lo mejor están hablando de lo que hizo Inglaterra arriba en Norteamérica.

A lo mejor se están equivocando de enemigo, porque España lo que hizo aquí fue fundar un rosario de universidades, colegios, hospitales, catedrales, palacios, las ciudades hispanas.

Esta es la ciudad y en el centro está la catedral, el cabildo y todas las instituciones.

¿Por qué? Porque el español no venía con fin de saquear y de largarse.

El que quiere saquear no funda universidades, no funda colegios, no hace hermosas catedrales que competían en belleza y en grandeza con las de Europa.

El que quiere saquear no hace todo eso, hay que ser bien idiotas para querer saquear y fundar aquí grandes ciudades.

Hay que ser bien idiota, eh, Podemitos, eh, Pablo Iglesias, Eiren Montero, eh, Belarra, y luego otros tontos que no son Podemitas, pero son de la misma caraña, eh, Rufianito, Mirky, Fofito y Rufianito, eh, Puigdemont y Junqueras.

Hay que ser imbéciles para no ver la diferencia.

El que quiere saquear no funda una ciudad.

Y, ojo, la hace tan bonita para que pueda competir con las ciudades madre en España.

No hace catedrales de una belleza, que era lo más importante para los españoles, la religión, que, por supuesto, rivaliza con cualquier catedral española.

Si vas a cualquier país sudamericano, verás que la parte más bonita de esas ciudades es la zona colonial española.

Cuando te vas a Santo Domingo, que la conozco como anillo al dedo, lo de verdad bonito de Santo Domingo, por no decirte lo único bonito de la capital, es la parte colonial española.

Cuando te vas a Colombia, te pasará lo mismo, a Perú exactamente lo mismo, México exactamente lo mismo.

Han tenido años para equipararlo a nivel de belleza.

Solamente en Perú algo es equiparable a la belleza española.

Es el macho picho, la preciosidad.

Pero los peruanos modernos, que han tenido tiempo para hacer, y eso lo dice cualquier peruano, como este profesor, me han quedado siglos de independencia para decir que vamos a hacer una cosa chula, no la mierda que dejaron los españoles, una cosa chula.

Mira cómo están las ciudades, favelas, guetos.

La parte bonita, de verdad, es la española, porque los españoles querían vivir ahí.

Y, de hecho, a diferencia de lo que hicieron los ingleses, holandeses o los americanos, vamos, que llegaron a Estados Unidos, que fue acabar con los indios, allí los españoles lo que hicieron es fundar familias con la gente.