JJ BENÍTEZ: "LOS MILITARES INTENTARON ASESINARME Y CREO QUE LO CONSIGUIERON CON MI ESPOSA BLANCA" - 4x06

Protagonistas de lo insólito, con Miguel Pedrero y Carlos Fernández.

Bueno, pues estamos con Juanjo Benítez, que acaba de publicar su último libro, se titula Están aquí, y el subtítulo yo creo que explica perfectamente el libro.

¿Qué ocultan los militares sobre ovnis? Casi mil páginas de libro, que a la vez es un libro en el que hay muchísima investigación, muchísimos años, muchísimos viajes, y también puede ser un arma de destrucción masiva, porque si se lo tiras a la cabeza con fuerza, lo matas.

Pesa kilo y medio.

Madre mía.

Sí, como dices muy bien, pues son muchos años de investigación.

Desde que salió materia reservada, pues han pasado más de 30 años.

He reunido muchos documentos, he hablado con muchos militares de todo el mundo, y he entendido que era el momento de sacar esto.

No quiero guardarlo, hay que sacarlo para que la gente vea y comprenda cómo las cúpulas militares tienen archivos importantísimos sobre el tema ovni y cómo lo desprestigian cada vez que pueden.

De hecho, en el libro tú entrevistas a diferentes militares españoles, incluidos generales, y hay dos o tres que te comentan lo mismo, y es que el Ejército del Aire, y estamos hablando en los años 90, yo creo, cuando tú hablas con estos militares, te dicen que posee alrededor de 500 expedientes sobre ovnis, y los que se han liberado, si no me equivoco, no llegan a 100.

Sí, esa cifra me la dio el general Felipe Galarza en una de las conversaciones que tuve yo, recuerdo, creo que fue en el año 78, y ya había 500 expedientes confidenciales sobre el tema ovni en los archivos del Ejército del Aire.

Ahora probablemente serán el doble o más.

Lo que pasa es que siguen ahí bajo secreto absoluto, peor que antes.

La verdad es que a veces, cuando a ti te llegan casos, historias, por ejemplo, hay muchos testigos que ven scrambles, es decir, persecución de ovnis por parte de cazas militares, o te llegan informaciones sobre casos que se quedan ahí.

Yo creo que a todos los que nos dedicamos a seguir este tema nos ha pasado, que nos llegan historias, testimonios de segunda mano, y nunca logras hablar con los testigos porque no quieren hablar, porque no los localizan, por mil historias, ¿no? Y quedan ahí, y dices, joder, cuántos casos de este tipo se quedarán ahí para siempre y nunca sabremos de ellos.

Pues sí, la verdad es que yo me entero de una mínima parte de lo que está pasando, como casi todos los investigadores.

Y bueno, los testimonios de los propios militares que han visto esos archivos son los que yo reflejo ahí en el libro.

Yo recuerdo a uno de los militares, que lo llamaron por un caso en el que él había participado, que había visto la nave, etc., y el tipo me hablaba y me decía, bueno, pero si es que era un archivador enorme, con un montón de grandes cajones, cerrados con candados y con...

En otro caso, un recluta que estaba haciendo la mili en Sevilla, me contó cómo le tocó una oficina donde había un enorme archivador gigantesco, también cruzado con una barra de hierro, con candados, y en un momento determinado, el sargento que se ocupaba del asunto abrió el archivador, empezó a repartir una serie de papeles para que hicieran una serie de correcciones.

Bueno, lo asombroso es que esas correcciones son las que enviaron al mando operativo aéreo en Torrejón, cambiando, cambiando, muchos de los detalles del caso.

Es decir, si esto es así, y no tengo la menor duda, entre los militares en el tema OVNI se engañan.

Entre los diferentes departamentos.

Claro, ¿qué razón había para que el agente de Sevilla saque unos expedientes OVNI, se los dan a los reclutas para que los mecanografíen con datos distintos de lo que aparece en el original, y se lo mandan después a Torrejón, a Madrid? Sorprendente. Y otra cuestión muy sorprendente, que yo creo que es algo de lo que has hablado muy poco, o prácticamente nunca, es que desde hace muchos años te empeñaste en seguir, o en intentar descubrir qué había detrás del caso Roswell, del famoso estrellamiento de un supuesto platillo volante en Roswell, Nuevo México.